En la calle de Quiñones, entre la plaza de las Comendadoras y San Bernardo, estuvo la imprenta de doña Elvira Quiñónes (que por eso el nombre de la calle), abierta en el siglo XVII en la esquina con la calle del Acuerdo y al parecer una de las primeras que hubo en Madrid. Su iniciación en el arte de la tipografía le vino por su primer marido, el impresor Pedro Madrigal, muerto en 1602. Poco después se casó con Juan de la Cuesta, que ya figuraba a cargo de la imprenta en 1604 por eso de que en aquella época las mujeres dependían para todo de padres o maridos. En esta imprenta de la calle de Atocha, número 85, se imprimió en 1605 la primera parte del Quijote.
La participación de Juan de Cuesta en la actividad del taller fue muy breve, pues a finales de 1607 se fugó renunciando a la dirección de la imprenta, se dirigió a Sevilla y posiblemente embarcó hacia América. Y es quizá entonces cuando Elvira Quiñones (en algunas reseñas aparece con el nombre de María), que siempre había dirigido "de facto" la imprenta, la trasladara a la hoy calle de Quiñones. De allí salieron publicadas, además de otras obras de Cervantes, comedias de Tirso de Molina, Calderón de la Barca o Lope de Vega.
En la fotografía, de 1926, se ve en primer plano, a la izquierda, el atrio de la iglesia de las Comendadoras de Santiago en la calle de Quiñones. Y a continuación, en la esquina con la calle del Acuerdo, aún estaba en pie la casa que albergó la imprenta de doña Elvira Quiñones