LA CASA GALERA O CÁRCEL DE MUJERES DE QUIÑONES

En 1835, en tiempos de la Desamortización, fueron expulsados los benedictinos del monasterio de Montserrat de la calle de San Bernardo y sus dependencias habilitadas como cárcel de mujeres (Casa Galera) a partir de 1837. Tenía la entrada por la calle de Quiñones. Los pocos testimonios hablan de un centro insalubre donde las religiosas cuidadoras se afanaban en la "regeneración cristiana" de las presas, encadenadas a la máquina de coser tanto como a aquellos muros.
Cuando Victoria Kent fue nombrada Directora General de Prisiones durante la Segunda República se cerró la Casa Galera, pero con la posguerra las mujeres volvieron a habitar sus celdas. En 1940 se creó allí una siniestra "clínica psiquiátrica penitenciaria", y una vez más las monjas volvieron a vigilar a las reclusas, en peor situación que nunca. En 1953 los benedictinos recuperaron por completo su antiguo monasterio; ya habían empezado a hacerlo en parte de él en 1918, salvo el paréntesis del tiempo de la República
                        FIN DE "AMANIEL"