LAS LEYENDAS DE LA CALLE DEL ACUERDO

De la calle del Acuerdo, entre las del Noviciado y Alberto Aguilera, hay dos leyendas relativas a su origen. La primera dice que una joven de un pueblo de Santander, llevada por su devoción, cogió el Niño Jesús que tenía en brazos una imagen de la Virgen para llevárselo con ella a Madrid, pues tenía intención de allí profesar. En el camino se encontró con un peregrino a quien contó sus deseos de ser monja, y éste le indicó que en Madrid se estaba fundando el convento de las Comendadoras de Santiago, en la plaza actual ese nombre. Y cuando allí llegó, vio en la portería un retrato del apóstol Santiago, a quien ella reconoció en la figura del peregrino exclamando: "Sí, me acuerdo, este es el peregrino que yo he visto". De estas palabras quedó el nombre de la calle. La joven profesó en las Comendadoras y la imagen del Niño, de gran devoción hasta hoy, pasó a ser conocida como el Niño Montañés.
Otra leyenda dice que para la fundación del convento de las Comendadoras de Santiago existió la discrepancia de si traer las primeras religiosas desde el monasterio de Santa Fe, de Toledo, o del convento de Santa Cruz, de Valladolid. Finalmente, se llegó al acuerdo de traer a estas últimas
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