El río Manzanares a su paso por el casco urbano de Madrid está canalizado, sorteando diferentes presas que regulan sus aguas, y cinco depuradoras se encargan de que el agua esté en las condiciones adecuadas. En el año 2007 se termino de soterrar la autopista Calle 30 (antes M-30), pegada a ambas márgenes del río, lo que dio lugar a la recuperación de sus riberas y a la creación posterior de una gigantesca zona verde de un millón de metros cuadrados.
Pero no siempre fue así. El rio Manzanares (la fotografía es de 1920) posiblemente haya sido el más burlado y satirizado de cuantos hay en el mundo. Tirso de Molina, por ejemplo, escribió de él:

Título de venerable / merecéis aunque pequeño / pues no es bien viéndoos tan calvo / que os perdamos el respeto. / Como Alcalá y Salamanca / tenéis, y no sois colegio, / vacaciones en verano / y curso sólo en invierno.

O Alejandro Dumas, que viajando por Madrid, se cuenta que después de haber bebido medio vaso de agua, ofrecido por un típico aguador, arrojó al Manzanares el resto diciendo: "Tiene más sed que yo"