CUANDO MADRID QUISO SER PUERTO DE MAR. REAL CANAL DEL MANZANARES
Los primeros planes de hacer navegables diferentes ríos de la península Ibérica datan de tiempos de Felipe II, pero es en las postrimerías del siglo XVIII cuando por fin se empieza a materializar ese sueño de Madrid de querer ser puerto de mar. Las obras del Real Canal del Manzanares, según diseño de Isidro González Velázquez, comenzaron en 1770. Era un proyecto de infraestructura tan ambicioso, casi irrealizable, que pretendía unir Madrid con Aranjuez, y desde allí a Lisboa por el río Tajo y a Sevilla por otro canal. Las dificultades fueron tantas que sólo se construyó hasta la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid. Discurría paralelo al río por su margen izquierda, y junto al hoy puente de Praga estaba situado su punto más importante, "el embarcadero", con dársenas, almacenes y talleres. En 1818 se hicieron obras de ampliación, fundamentalmente estéticas, y se colocó en la cabecera (junto al puente de Toledo) un león de mármol sobre un pedestal flanqueado por sendas columnas de Hércules, mientras que dos escaleras de granito descendían hasta los paseos que corrían junto al canal. También se construyó una puerta que daba al paseo del Canal (prolongación actual del paseo de Santa María de la Cabeza) con una verja de hierro con alegorías del comercio y la navegación. Se mantuvo en funcionamiento hasta 1830, y finalmente, abandonado y descuidado, se cegó en 1859 por ser un foco continuo de epidemias. Sobre él se abrieron los paseos de Yeserías, de la Chopera y del Molino. Restos importantes (en la fotografía una de las esclusas) se pueden aún contemplar a lo largo de lo que se conoce como Parque Lineal del Manzanares
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