CERVECERÍA LOS CARACOLES En LA CALLE DE TOLEDO

Dijeron en algún tiempo que la calle de Toledo era roja por la enorme cantidad de tabernas allí establecidas. Y es que la tradición casi obligaba a pintar sus fachadas o puertas (casi siempre en madera de cuarterones) de rojo púrpura, el color del vino tinto. Seguramente por aquí se inventó eso de acompañar la bebida con una tapa, que era una rebanada de pan con queso o embutido que se ponía encima del vaso de vino para que lo "tapara" y no entraran las moscas. Y ponemos cara a todas las que en su día fueron en la Cervecería Los Caracoles, casi en la misma glorieta de la Puerta de Toledo y pegadita a La Paloma, y famosa —claro— por sus caracoles, hechos a fuego lento y con la receta secreta de la casa. Es casi centenaria y además se ubica donde ya hubo otra esplendida taberna, Casa Juan Bueno
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