Están por todas partes, sobre todo en las calles y plazas principales y en las cerradas al tráfico. Los que todo el mundo llama hippies son lo más parecidos a pequeños bazares orientales, con venta de ropa de todo tipo (algunas de segunda mano), bolsos, bisutería, inciensos y una amplia gama de accesorios, muchos de ellos trabajados artesanalmente, así como regalos de todo tipo. Los hay de marroquinería, especializados en bolsos, carteras, guantes, cinturones y chupas de cuero. Y los hay de cientos de cosas más...
Los precios son más baratos que en las tiendas habituales, ya que lo productos no son de marca, y si lo son, naturalmente que es falsificada. Y se admite el regateo.
Aprovechando acontecimiento deportivos, no faltan los tenderetes con venta de banderas, bufandas, gorras y toda la parafernalia para la ocasión.
En Madrid en muy típico el vendedor de barquillos, fácilmente reconocible por su atuendo de chulapo madrileño y su tambor-depósito de color rojo con una especie de ruleta de la fortuna. Hay dos opciones: comprarlos directamente o jugártelos al clavo, que consiste en tirar de la ruleta todas las veces que se quiera, acumulando barquillos y plantándose siempre que no salga clavo, que supone perder todo.
Es muy clásico también que en grandes concentraciones de gente, como sucede en procesiones o desfiles, aparezcan los carromatos arrastrados con venta de juguetitos para los más peques y de bolsas de pipas y de patatas fritas. Y cuando llega el mes de Noviembre, con los primeros fríos, los puestos de castañas.
A las 10 de la noche empieza la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en las tiendas. Para tomar una cerveza hay que hacerlo en los locales que estén autorizados como bares, pubs o discotecas. O eso o acercarse a cualquiera de las zonas de marcha que hay por Madrid, en cualquier esquina se encontrará a un chino o una china que vende latas de cerveza fría, y bocadillos y hasta tallarines para tomar un tentempié a altas horas de la madrugada... o del amanecer. Otros y otras hacen el negocio con la ventas de capullitos de rosa