EL MADRID GAY
Madrid es uno de los referentes mundiales de la comunidad de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales. Prueba de ello es el barrio de Chueca, un ejemplo internacional de tolerancia, respeto e integración. Es el barrio gay de Madrid, en pleno centro de la ciudad. De ser una de las zonas más degradadas, se ha convertido en una de las vecindades más cosmopolita y llenas de vida al haber sido progresivamente elegida como lugar de esparcimiento y residencia de gran parte de la comunidad homosexual madrileña desde los años 80. Y Chueca llega a su apoteosis durante el mes de junio, cuando se celebra el Festival del Orgullo Gay, que ha llegado a ser un acontecimiento social de primer orden en Madrid.
Pero Chueca va perdiendo poco a poco su condición de santo y seña del mundo gay y surgen nuevas zonas, como Lavapiés, sobre todo de ambiente lésbico, e incluso las banderas multicolor también ondean por La Latina, Malasaña, Huertas y Ópera.
La homosexualidad ha estado presente desde muy antiguo. Célebre es el amor del emperador romano Adriano por el joven Antínoo. Durante los siglos V al XVIII, la tortura y la pena capital, generalmente en la hoguera, eran los suplicios a los que se condenaba en la mayor parte de Europa a los homosexuales, a lo que no era ajena la Iglesia a través de la Santa Inquisición. La Alemania nazi tampoco se anduvo por las ramas en el trato a los homosexuales, internados en campos de concentración y muchos allí asesinados.
En España, durante la Guerra Civil no consta que hubiera una persecución abierta hacia los homosexuales, aunque sí parece que podría haber sido un factor a favor del asesinato de Federico García Lorca. Luego, tampoco estuvo en los primeros años la represión de los maricones entre los objetivos de la dictadura, más ocupada en la persecución y eliminación de la disidencia política. Fue a partir de 1954 cuando se les aplicó la Ley de Vagos y Maleantes. Por aquella época, los bares de ambiente en Madrid estaban en el barrio de Salamanca y por los alrededores de la calle Carretas, donde el cine de tal nombre se convirtió en el refugio para el amor urgente y el ligue rápido y anónimo.
Hoy, España es uno de los pocos países del mundo que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y tiene una de las legislaciones más progresistas en esta materia
                       
                                                                                 
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