DE MADRID AL CIELO

La expresión popular completa es: "De Madrid al cielo, y en el cielo, un agujerito para verlo". La frase se hizo popular a finales del siglo XVIII a raíz de las mejoras introducidas por Carlos III que embellecieron la ciudad. Significa que aunque uno muera, necesita el "agujerito" para seguir viendo y disfrutando de la Villa y Corte. Una leyenda dice también que en el cerro de Garabitas, en la Casa de Campo, se concentran tras su fallecimiento las almas de los que han vivido y muerto en Madrid. Muy pocos son los que han podido ver este fenómeno, consistente en una especie de nube de color violácea y que se eleva lentamente hacia el infinito. Momentos antes se pueden ver unas pequeñas lucecillas, correspondientes cada una de ellas a un alma, que vagan entre las ramas de los árboles, como intentando aferrarse a este Madrid, como no queriendo marcharse. Por eso hay quien dice que la frase "de Madrid al cielo" tiene su origen en esta leyenda