ay constancia del interés del Ayuntamiento republicano de Campo de Criptana por promover la cultura, de su afán por construir nuevas instalaciones escolares para que no hubiera niño sin escuela, del aumento de sus subvenciones para material escolar, de los grandes logros en los cursos para alfabetización de mayores o del éxito en el fomento de la lectura obsequiando gran cantidad de libros. Fruto de esa inquietud y por iniciativa de mi abuelo Antioco Alarcos en una de sus etapas como alcalde fue la inauguración, el 14 de abril de 1932, en el primer aniversario de la proclamación de la República, de una Biblioteca Popular, que apenas si tuvo tiempo para consolidarse pero que fue, aprovechando sus fondos, embrión tras la Guerra Civil de la Biblioteca Municipal Alonso Quijano.
En 1940 se iniciaron los trámites para esta nueva refundación, en los que intervino de manera decisiva el catedrático de Literatura de la Facultad de Letras de Madrid don Luís Morales Oliver, que luego sería director de la Biblioteca Nacional entre 1948 y 1957. Pero cuando ya el público pudo hacer uso de ella fue a partir del 23 de abril de 1941, coincidiendo la inauguración con la Fiesta del Libro de aquel año, siendo nombrado director don José Antonio Sánchez-Manjavacas, profesor de Literatura en el Teresiano, antiguo alumno del catedrático Morales Oliver, colaborador suyo en la gestión previa y verdadero artífice y alma de la Biblioteca, además de ser el primero que intentó promover turísticamente nuestros molinos. Su primer lote de libros fue de 400 volúmenes, cantidad que parece irrisoria ante la contemplación de los que hoy, en continuo aumento, repletan sus estanterías. Y el nombre, “Alonso Quijano”, es bien evocador, el del hidalgo don Quijote de La Mancha en la inmortal novela de Cervantes.
Mi abuelo Antioco Alarcos y el catedrático Luis Morales Oliver
Inauguración de la Biblioteca Municipal Alonso Quijano el 23 de abril de 1941.
Don José Antonio Sánchez-Manjavacas (izquierda), don Luis Morales Oliver y el cura párroco don Gregorio Bermejo entre otros
Estuvo ubicada en el antiguo edificio del Ayuntamiento, en uno anterior al que fue demolido para construir el actual. Luego siguió en la Plaza, pero justo enfrente, en los bajos de la casa de Enrique Alarcón, y por último en la calle de Santa Ana, frente a la Iglesia.
Antiguo Ayuntamiento con el edificio, a la derecha, de la primera ubicación de la Biblioteca Alonso Quijano
Antigua fotografía de la Biblioteca Municipal
El Aula de Cultura y la revista "Así es… la Villa del Campo de Criptana"
A mediados de los años 50 en el seno de la Biblioteca Municipal y con el apoyo y estrecha colaboración del Ayuntamiento y de su entonces alcalde José González Lara, fue creada la llamada Aula de Cultura. Fue como una especie de adelanto a lo que hoy es la Casa de Cultura.
Hito importante en su trayectoria fue la publicación para las Ferias de la revista literaria "Así es… la Villa del Campo de Criptana", que se maquetaba e imprimía en Gráficas Flordy, el "submarino Flordy" como gustaba llamar a aquel estrecho y largo taller don José Antonio. La primera salió en 1956, y durante 10 años en todas ellas se reflejaba la gran actividad cultural que se desarrolló en nuestro pueblo en aquella época. Tenía colaboraciones locales y de fuera, y muchas de escritores consagrados o de personajes famosos o insignes: Luis Morales Oliver, Justo Díaz-Villasante, Felipe Ximénez de Sandoval, Alvaro de la Iglesia, Manuel Vegas Asín, Federico García Sanchiz, Juan Alcaide, Valentín Arteaga, Víctor de la Serna, Francisco García Pavón, Carlos Sänder. José García Nieto, Eladio Cabañero, Enrique Soriano Marcos y muchos más. Sus portadas fueron todo una modernidad, algunas muy rompedoras, casi rozando la genialidad, con dibujos de firmas tan importante como las de Luis Ferreiro. Isidro Antequera, Herman Paul. Francisco Valbuena..., que también colaboraban en páginas interiores. Y todo bajo la dirección del propio alcalde José González Lara y del Sr. Sánchez-Manjavacas, colaboradores igualmente con muchos trabajos tanto en verso como en prosa.
Algunas de las portadas
Enlace " Asi es... la Villa del Campo de Criptana, nº4
El Aula de Cultura, en fin, fue como una especie de ateneo, con numerosas actividades, charlas, coloquios o conferencias, bien en la propia Biblioteca, en el Ayuntamiento o en el Teatro Cervantes
También fueron aquellos años tiempo de incipiente actividad turística con la recuperación de algunos molinos que estaban en ruinas y que hoy son tan característicos de nuestra identidad manchega.
Los Juegos Florales
Otro hito importante fueron los Juegos Florales. La historia viene de antiguo: en la iglesia parroquial de la Asunción de Ntra. Señora, en la capilla de San Antonio, una placa nos indica que ya hubo una dedicada a este santo en el templo desaparecido en 1936. Estaba adosada a la nave principal y se erigió en 1644, en agradecimiento a su intercesión para que desapareciera una gran plaga de langosta que asoló la región unos años antes. Famosas fueron las justas poéticas abiertas a participantes de todo nuestro entorno que desde 1632 empezaron a celebrarse por este motivo en honor de san Antonio de Padua, y que se irían repitiendo a lo largo del tiempo como la más genuina expresión de la cultura e ilustración de nuestro pueblo. Fue precisamente en 1644, el año de la inauguración de la capilla, cuando Isabel Perillán y Quirós, una notable poetisa natural de Criptana, de una familia noble hidalga, la que se llevó el premio con un romance cuyo manuscrito se conserva en la Biblioteca Nacional de España, según datos que aportó don Francisco Granero Martínez-Borja, entusiasta investigador de nuestra historia y tradiciones. Hoy, el Instituto de Campo de Criptana lleva el nombre de Isabel Perillán y Quirós por decisión de su claustro de profesores y con las autorizaciones pertinentes desde 1990.
Y fue en 1956, por iniciativa del alcalde José González Lara y de don José Antonio Sánchez-Manjavacas, director de la Biblioteca y a través de su Aula de Cultura, cuando se organizó en el Teatro Cervantes, perfectamente engalanado, una rememoración de aquellos antiguos Juegos Florales con la entrega de la Rosa de Mayo al vencedor.
En la fotografía, cedida por Manuel Galindo Sánchez, así como toda esta información, figuran la Reina y Damas de Honor elegidas para el evento: Josefina Cruz, Carmina Carreras, Pili Cenjor (a la sazón Reina, está de pie para la entrega del premio), Fina Andúgar (que unos años más tarde se convertiría en la esposa de Manuel Galindo), Pilar Boluda y Rosa María Cenjor. Y en primera línea y a la Izquierda, el propio Manuel Galindo Sánchez, entonces con tan sólo 21 años, que resultó el ganador.
Manuel Galindo Sánchez con Reina y Damas de Honor en los Juegos Florales de 1956 para rememorar
los antiguos celebrados en honor a san Antonio de Padua
Esta "Elección de la Rosa de Mayo" se pensaba realizar cada cuatro años, pero solo se hizo en esta ocasión. Sí fue la antesala, podríamos decir, de los "II Juegos Florales" celebrados el 21 de abril de 1957, esta vez en honor de la Virgen de Criptana.
Los detalles de esta gran fiesta cultural y de su grandeza literaria los podemos ver en el Programa editado para tal evento así como en las fotografías que acompaño, todas cedidas por Manuel Galindo Sánchez.
Se inició con un concierto por el trío de cámara "Juan Crisóstomo Arriaga". Presidía la Reina elegida para el acto, la Srta. Julia María Ortiz de la Vega, con sus Damas de Honor, las Srtas. Josefina Abad Carramolino, Estrella Agüero Ortiz, Josefina Andúgar Marín, Carmina Carreras Sánchez, María Rosa Cenjor de la Vega, Josefina Cruz Escribano, Rosa María Girona Canelles, Silvia Ortiz Martínez, Josefina Palmero Casarrubios, Carmen Sánchez-Alarcos Ruiz y María Victoria Verdú Pérez.
Seguidamente, se procedió a la lectura del Acta del Jurado nombrado al efecto, la entrega de premios y la lectura de los trabajos galardonados.
Los premios, abiertos a escritores españoles e hispanoamericanos, y que incluían también una aportación económica, fueron para:
- Primero. Flor Natural al mejor poema en verso de tema libre, a D. Francisco Javier Díaz-Madroñero López de Pablo.
Accesit a la Srta. Encarnita Burgueño Álvarez.
- Segundo. Al mejor poema en verso dedicado a la Virgen de Criptana, para D. Alfredo Belmonte Bouvier.
- Tercero. Premio "Micaela Peñaranda y Lima" al mejor trabajo en prosa sobre investigación de la historia y costumbres de Criptana, a D. Deogracias Estavillo Villambrosa.
- Mención honorifica a D. Enrique Soriano Marcos.
Ninguno de los premiados eran naturales de Criptana. Sólo tenían relación con nuestro pueblo Deogracias Estavillo Villambrosa, que era maestro en las Escuelas del Pozo Hondo, y el poeta albaceteño Enrique Soriano Marcos, siempre dispuesto a colaborar en los Programas de Ferias o en las diversas actividades del Aula de Cultura de la Biblioteca Municipal.
Y cerró el acto el Mantenedor de estos II Juegos Florales, el Excmo. Sr. D. Federico García Sanchiz, de la Real Academia Española, presentado previamente por el alcalde José González Lara.
Reina, Damas de Honor y el Mantenedor de los II Juegos Florales, D. Federico García Sanchiz
Reina, Damas de Honor y el Mantenedor de los II Juegos Florales, D. Federico García Sanchiz
Al día siguiente, 22 de abril, coincidiendo con la fiesta de la Virgen de Criptana, hubo una comida en honor de la Reina con su Corte de Damas y de los escritores y poetas premiados con sus acompañantes.
Fina Andúgar con su padre José Andúgar
Fina Cruz y su hermano Patricio, Josefina Abad, Fina Andúgar con su padre y Mariví Verdú con su hermano José
Carmen Alarcos, Enrique Soriano, Fina Andúgar y Manuel Agüero
Enrique Soriano, Fina Andúgar y Manuel Agüero
Montaje y recreación de la segunda sede de la Biblioteca Municipal Alonso Quijano en la casa de Enrique Alarcón
Retomando el hilo de la crónica sobre la Biblioteca, a principios de la década de los sesenta del pasado siglo, el entonces maestro en "El Palomar" y jefe local en Criptana de la recién creada Organización Juvenil Española (OJE), don Ángel Molina, tuvo la feliz idea de organizar un concurso en el Hogar de la Falange y del Frente de Juventudes —aún seguíamos llamándolo así— (luego ambulatorio de la Seguridad Social y ahora Centro de Asociaciones) para incentivar la lectura entre lo jóvenes. Consistía en un formulario de catorce preguntas diversas —"La Quiniela del Saber" se llamaba—, que había que rellenar todas las semanas. Era pues obligada la consulta de los pesados tomos de la enciclopedia Espasa en la Biblioteca. Y la pretensión del concurso estaba clara, que nos aficionáramos a la lectura de los maravillosos libros que allí se atesoraban. Fue nuestro bautismo de fuego en ese espacio que nos parecía hasta entonces lúgubre, serio y sólo para mayores, y nunca olvidaré el nombre de los siete sabios de la Grecia antigua, que fue una de las preguntas que se solicitaban en la primera semana de la especial quiniela:Tales de Mileto, Solón de Atenas, Bías de Priene, Quilón de Esparta, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto y Pítaco de Mitilene. Naturalmente, los acertantes ganaban unos puntos que luego se canjeaban por libros.
Los diccionarios Espasa en la Biblioteca Alonso Quijano
Muy importante por aquellos años, como luego ha seguido siéndolo, era la Fiesta del Libro, el 23 de abril de cada año, que tenía al director de la Biblioteca, el señor Sánchez-Manjavacas, como principal animador. Subíamos a la Sierra de los Molinos todos los escolares del pueblo y celebrábamos un acto cultural, incluso con la presencia de algún escritor de prestigio que disertaba sobre Cervantes y El Quijote.
Ignacio Aldecoa y Rafael Sánchez Ferlosio en la Sierra. 1954
Fue precisamente en Campo de Criptana donde en 1948 se rodó la primera adaptación que el cine español hacia de la genial novela de Cervantes. Surgió así, con producción de CIFESA y bajo la batuta de Rafael Gil, Don Quijote de La Mancha.
Y en la biblioteca municipal "Alonso Quijano", adornando sus paredes, estaban las armas de don Quijote y el vestuario de los principales actores, así como fotografías del rodaje. No en vano Sara Montiel intervino en el filme y el director artístico o decorador fue el también ilustre criptano Enrique Alarcón. Pues bien, he de confesar, que la famosa espada del inmortal manchego ha estado entre mis manos, y que también me he coronado con la no menos famosa bacía de barbero que mutara por encantamiento en "yelmo de Mambrino". Eran travesuras aprovechando algún descuido de la bibliotecaria, y sintiéndome un poco amparado por mi buen amigo Santi, hijo del director de la Biblioteca.
Don Quijote de La Mancha, de Rafael Gil
Don Quijote de La Mancha, de Rafael Gil
Don Jose Antonio Sánchez-Manjavacas, primer director de la Biblioteca Municipal Alonso Quijano.
En la pared, las armas de don Quijote en la película de Rafael Gil
Mi tía Laura, muy moderna en algunos aspectos para su tiempo, devoraba todo libro o revista que cayera en sus manos. Compraba el periódico 7-Fechas, que recopilaba todo lo sucedido en la semana y abundaba en noticias del mundillo del cine y el teatro, del que era una verdadera entusiasta. Solía ir mucho por la Biblioteca, y yo me aprovechaba de ello, pues me dejaba leer los libros que sacaba prestados, que no eran ciertamente los que por aquella época, a mi edad, me estaban reservados.
Mi tía Laura
En la actualidad, la Biblioteca Municipal Alomso Quijano es una sección más en el ámbito de la Casa de Cultura, en la calle de Santa Ana, frente a la iglesia.
Casa de Cultura (antes de su ampliación y renovación) en la calle de Santa Ana, frente a la iglesia parroquial.
Tercera sede de la Biblioteca Municipal Alonso Quijano
Actual y renovada Casa de Cultura sede de la Biblioteca Municipal Alonso Quijano
Está dotada la Biblioteca de sala infantil y de adultos para estudio y lectura, y de ordenadores conectados a Internet para realizar cualquier consulta. Ofrece también servicio gratuito de préstamo de libros para llevar a casa.
Y dentro de la Biblioteca Municipal, el Archivo Histórico, valiosísimo, con documentación que alcanza hasta el siglo XIV.
Una de las salas de la Biblioteca Alonso Quijano