EL PASILLO VERDE
El Pasillo Verde es un proyecto urbanístico de 1996 que recorre el Sur de la ciudad sobre antiguas vías de ferrocarril ahora soterradas en el distrito de Arganzuela, y que a través del paseo del Doctor Vallejo Nájera y de la calle del Ferrocarril, se encamina hasta la Puerta del Sur en el Parque de Tierno Galván. En su conjunto, es un gran templo masónico al aire libre en el que se van sucediendo una serie de plazas con unos elementos comunes de gran simbolismo: obeliscos de hierro oxidados sobre un cubo de mármol cada dos plazas (referencia hacia elementos egipcios de la Arquitectura iniciática). A partir de la segunda, aparece también un monumento con los llamados Cinco Cuerpos Platónicos, cuerpos geométricos base de la Arquitectura, una de las ciencias más estudiada por la Fracmasonería. Las sujecciones de las barandillas son triangulares, con un círculo en su interior, que supone el uso de la geometría sagrada. Las escaleras se suceden en secuencias de tres, cinco y siete, que coinciden con las edades simbólicas del Aprendiz, Compañero y Maestro de la masonería.. Y cuando se hizo su trazado, estaba jalonado por pequeñas columnas salomónicas (así se suponen que eran las del templo de Salomón), que han ido desapareciendo en su mayoría víctimas del vandalismo.
Tanto el Pasillo Verde como la Puerta del Sur fueron diseñados por Manuel Ayllón, gran arquitecto masón. Y el Ayuntamiento ni se enteró de lo que en el fondo allí se estaba haciendo. Se la metieron doblada como vulgarmente se dice. El día de la inauguración sonó por los altavoces la Flauta Mágica de Mozart, canción reconocida por las logias como propia, y el entonces alcalde, José María Álvarez del Manzano, fuera totalmente de juego, dijo la tontuna que igual hubiera estado mejor una zarzuela
                       
                                                                                 
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