EL PASEO DE LAS ACACIAS
A mediados del siglo XVIII, Carlos III mandó abrir una amplia avenida entre el puente de Toledo y la puerta de igual nombre, que se denominó paseo de los Ocho Hilos (es el último tramo de la actual calle de Toledo) por tener ocho hileras de árboles. Y también otra serie de paseos arbolados por los alrededores, y entre ellos el de las Acacias, entre las glorietas de Embajadores y Pirámides. La acacia es símbolo por excelencia de la Masonería. Representa la seguridad, la claridad, y también la inocencia o pureza; es símbolo de la verdadera iniciación para una nueva vida, la resurrección para una vida futura. Su verdor perenne y la dureza incorruptible de su madera expresan la idea de la vida inextinguible que permanentemente renace victoriosa de la muerte. La madera de acacia se utilizó para construir el Arca De Noé y el Arca de la Alianza
                       
                                                                                 
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