CALLE DEL TORO

La calle del Toro es un angosto y pintoresco callejón, de breve recorrido y con escalinatas, entre la plaza del Alamillo y la Costanilla de San Andrés. Debe el nombre a un famoso y bravo astado lidiado en unas fiestas posiblemente en la plaza del Alamillo, cuya cabeza, con enorme cornamenta, estuvo expuesta durante muchos años en la puerta de una de las casas de esta calle. Según parece, un muchacho escondido en el interior imitaba todas las tardes el bramido del toro, y las gentes, tremendamente crédulas, corrían angustiadas por creer que era su "espíritu", que venía a vengar la muerte en la plaza