LA ANTIGUA VERBENA DEL CARMEN

"Desde el Carmen a Santiago no se pone el sol en Chamberí", reza un dicho popular en desuso, pues si la primera verbena que Dios envía Madrid es la de san Antonio, la del Carmen en Chamberí, que duraba 10 días, con el 16 de julio como principal, es como el ecuador de todas ellas. Ya no tiene la animación que tuvo en su día. Antes se instalaba entre las glorietas de Joaquín Sorolla y de Quevedo y entre las plazas de Olavide y de Álvarez de Castro, y por supuesto en todas las calles de los alrededores. Todas las casas se adornaban y los vecinos celebraban las fiestas con las célebres limonadas.
La procesión salía desde la iglesia de Santa Teresa y de Santa Isabel, en la glorieta del Joaquín Sorolla (para todo el mundo de Iglesia), y después de un recorrido por el barrio (en esto no ha cambiado, aunque ahora más corto) volvía a la parroquia y desde el atrio se estacionaba la Virgen frente al público, antes de su entrada. Se celebraban quermeses, entre las que destacaba la que tenía como escenario el campo del Racing Club, en la calle del General Martínez Campos, en donde tocaba una banda militar y había concursos de chotis, de feos, de mantones y se elegía a miss Carmen. Por la noche muchas familias acudían a cenar a la plaza de Olavide, donde había tres bares que curiosamente se llamaban El Infierno, El Purgatorio y La Gloria
                       8