CALLE DE LIBREROS

Va desde la Gran Vía a la calle de la Estrella y es la antigua calle de Ceres. El nombre actual, puesto en 1948, fue iniciativa de Pío Baroja, ya que en ella se habían instalado más de una docena —ahora apenas quedan— de librerías de lance o de segunda mano especializadas en libros de ocasión y de texto, vinculadas algunas de ellas a la animada vida estudiantil de los años veinte del pasado siglo, por su proximidad a la Universidad, establecida entonces en la cercana calle de San Bernardo.
La primera fue Doña Pepita (Josefa Borrás Ballester) a finales del siglo XIX, y cuando murió en 1923 su semilla hizo crecer nuevas librerías, algunas fundadas por los dependientes y dependientas que ella había tenido. Resultaba un negocio tan floreciente, que era normal ver colas de gente esperando en sus puertas. Pero hoy en día todo esto ha cambiado. El descenso de clientes ha sido considerable por culpa de Internet y de las fotocopias. Además sufren la competencia en la misma calle de jóvenes con sus mochilas al hombro ofreciendo a buen precio sus gastados libros y sacar con ello cuatro perras para subsanar sus depauperadas economías.
La decadencia ya empezó cuando en 1999 cerró para trasladarse al barrio de Salamanca una de las históricas, la famosa y entrañable Felipa, que vendió y recompró libros de texto a muchas generaciones de estudiantes
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