Malasaña rezuma cerveza en sus tabernas tradicionales o de nuevo cuño, en sus locales de copas y en sus calles y plazas de la mano de los vendedores ambulantes que ofrecen las latas apodadas por el populacho como chinobirras. Ahora también tiene su propia cerveza, elaborada en la Fábrica Maravillas, en el número 29 de la calle Valverde.
El local tiene una sala de degustación, con sus cañeros, su barra y unas cuantas mesas y, detrás, la pequeña fábrica, a la vista del público, donde se elabora el preciado líquido de manera artesanal, en tipos de calidad no habituales en España y que habían de ser importados de fuera, y con marcas tan sugerentes como Malasaña Ale, rubia con 5º de alcohol; la Saison Valverde, rubia de 6º; la Fl(ipa), cerveza tipo IPA de color ámbar con 7º; la Triple Maravillas, de estilo belga con 9º; la Cabrona, muy oscura con 10º, o la Imperial Stout, negra