PARA EL OTOÑO MADRILEÑO GABARDINAS BUTRAGUEÑO

Hubo un tiempo en el que las lluvias llegaban puntualmente a finales del verano, a veces copiosamente en otoño, y la primavera y el verano dispensaban chubascos y tormentas ocasionales. "Para el otoño madrileño gabardinas Butragueño" repetían los anuncios de la radio del famoso comercio que abría en el número 18 de la calle de Fuencarral. Y es que la gabardina estuvo de moda durante muchos años, por influencia de las películas que se valían de ella para caracterizar al detective o al periodista. Algunos las acompañaban a veces con unas botas de agua que llamaban "katiuskas". Incluso en la incipiente TVE, que nació en 1956, se incluía un anuncio de las renombradas gabardinas en el que se veía a José Luis Uribarri, pertrechado con una trinchera a lo Humphrey Bogart, paseando —en vivo y en directo— por el pequeño y único plató del Paseo de la Habana mientras un auxiliar de atrezo, encaramado en una escalera invisible, le mojaba desde lo alto con una regadera. Uribarri, vuelto a cámara, decía solemnemente: "Para el otoño madrileño gabardinas Butragueño"
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