LA FUENTECILLA DE LA CALLE DE TOLEDO
La Fuentecilla es el nombre que recibe una fuente monumental situada en una pequeña plaza, formada por la embocadura de la calle de Arganzuela con la de Toledo. Fue erigida en 1816 como monumento conmemorativo de la restitución del Rey Fernando VII, El Deseado, tras la invasión francesa de las tropas de Napoleón. Alfonso Rodríguez, su autor, empleó materiales procedentes de la Fuente de la Abundancia, que estuvo en la plaza de la Cebada. El león que corona la fuente fue rescatada del desaparecido Convento de los Premostrantenses, por la plaza de los Mostenses. En cambio, las esculturas del dragón y del oso, situadas en el frontal que da a la Calle de Toledo, se hicieron específicamente para La Fuentecilla y se deben al escultor Francisco Meana.
La Fuentecilla tuvo once aguadores que repartían su preciada agua por el barrio. Provenía del Arroyo Abroñigal y decían que era la mejor de todo Madrid. Ahora está conectada a la red general del Canal de Isabel II
                       8
                                                                                 
| |