EL POZO DEL TIO RAIMUNDO. AÑOS 50
El hoy remozado barrio del Pozo del Tío Raimundo fue un suburbio de chabolas sin ningún tipo de servicios, un barrio, como muchos otros, que crecía de noche, como flores de Luna, sólo que eran casas. Sus habitantes, emigrantes manchegos y andaluces, lucharon como nadie por la mejora de las condiciones sanitarias de sus infraviviendas y comenzaron a crear conexiones sin autorización a las arquetas de las cloacas públicas. En 1955 se produjo un punto de inflexión en el barrio con la llegada de unos jesuitas, cuyo máximo exponente fue José María de Llanos. El padre Llanos o el “cura rojo fue el artífice de su desarrollo, aglutinando a los vecinos para la creación de dispensario, cooperativa, fundaciones y escuelas. Partidario ya de una Iglesia popular y cercana al pueblo, dirigió o tomó parte destacada en numerosas iniciativas y reivindicaciones tanto políticas como vecinales que favorecieron al Pozo y apoyaron la llegada de la democracia a España
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