Palomeras, uno de los barrios más modernos y con mejores dotaciones en la actualidad, lleva en sus venas, la sangre y los apellidos del núcleo chabolista más grande de la historia de Madrid: un suburbio que contaba en el censo de 1973, con más de 16 mil chabolas. La posguerra provocó que miles de andaluces, extremeños y manchegos emigrasen hasta ésta zona, cercana a la capital, en busca de trabajo y de una mejor vida. Las viviendas se levantaban en una noche, sin licencia de obra y con materiales de derribo, que corrían el riesgo de ser derribadas por el agente municipal, si éste no recibía una cuantiosa propina