EL PLEYEL, EN LA CALLE MAYOR, UNO DE AQUELLOS CINES DE BARRIO

Se construyo en 1923 en la calle Mayor, número 6, en una especie de pasaje, y siempre fue sala con programa doble de sesión continua, en los últimos años hasta su cierre en 1993 con películas porno. Ahora es una sala de teatro. La fotografía es de 1938, en plena Guerra Civil. Por la zona también estaban el Cine Sol en la esquina de preciados con Tetuán y el Postas en la calle de ese nombre. Los había a cientos por todos los barrios. Fueron estos cines, además de palacios de las pipas, escuela de cinéfilos pobres, albergue para gentes sin techo en busca de calor, santuario de escolares absentistas y refugio de parejas ajenas a la proyección. El estado de los filmes a veces sembraba la duda de los espectadores, que no sabían si los cortes se debían a la acción de la censura o al mal estado de conservación. Pero la fiel parroquia todo lo soportaba, incluso el aperitivo del No-Do y las sucesivas fumigaciones con aroma de "ozonopino" que los acomodadores, investidos de autoridad por su marcial uniforme y su indiscreta linterna, repartían sobre las cabezas