EL SORTEO DEL GORDO DE NAVIDAD
Grandes alegrías para unos, pequeño pellizco para otros, sueños rotos sin pedrea para los más. Así termina el sorteo de "El Gordo", que Madrid vive con especial devoción.
El primer sorteo celebrado en Navidad tuvo lugar el 18 de diciembre de 1812 en la ciudad de Cádiz, en plena Guerra de la Independencia, cuando se pensó que sería un medio para aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes. Pero ya antes existió en tiempos de Carlos III la llamada Lotería del Estado o de Números, muy parecida a la actual Primitiva.
La entrada al salón de sorteos es libre hasta llenar el aforo. Algunos de los espectadores acuden, además de con su ilusión y sus números bien agarrados, disfrazados de personajes famosos o con atuendos especiales y estrafalarios como reclamo a la suerte, o al menos a las cámaras de televisión. Y muchos de ellos, por supuesto, con algún décimo de Doña Manolita, la más popular lotera de Madrid, establecimiento abierto en 1904 en la calle de San Bernardo, y que después de un periplo por la Puerta del Sol y la Gran Vía, ahora recala en la calle del Carmen.
En torno a las 9:15 empieza el sorteo cantado por alumnos y alumnas del Colegio de San Ildefonso, que ya empezaron a hacerlo en 1771, cuando el niño Diego López cantó los cinco números de la lotería de Carlos III
                       
                                                                                 
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