De Cine
No te enrolles Charles Boyer.
La cagaste Burt Langaster.
Eres más parao que el caballo del malo
El cine español empieza por “B”: Buñuel, Berlanga y Bardén.
Dallas (al que reparte cartas de baraja), ciudad fronteriza, por Gary Cooper.
Parece ser que siempre soy el malo de la película.
Me voy al cine de las sábanas blancas.
Eres peor que el Séptimo de Caballería.
¡Al galope!, Gary Cooper.
Contigo me voy al baile, John Wayne
No me seas Cantinflas.
¡Todos a la vez, Gregory Peck!
¡Anda y que te la den con onda, Henrry Fonda!
¡Que vamos ganando, Marlon Brando!
¡Ay que cosas, Alberto Closas!
¡Por fin, Errol Flynn!
¡Qué cargo, Greta Garbo!
¡Dame la mano, Silvana Mangano!
Pero…, ¡que piel, Sara Montiel!
¡Echa el cerrojo, Benito Perojo!
¡Cómo está, la Rosanna Podestá!
¡No me vengas con rintintín, Antony Quinn!
¡Que calor Boris Karloff!
¡Pero, qué tino, Rodolfo Valentino!
¡Lo noté, Gian María Volonté!
¡No me des la lata, Frank Sinatra!
¡Dame aire, Fred Astaire!
¡Qué alarde, Dick Bogarde!
Formal y cabal, Paco Raval.
Vámonos con la panda, Alfredo Landa.
Sin lugar a dudas, Kirk Douglas.
¡Vaya plan, Cary Grant!
Que hoy es lunes, Louis de Funes.
Andas igual que robot, como Charlot.
En todas las casas se cena, Walter Brennan
Me sube la calor, viendo a la Brigitte Bardót.
No me seas cheli, Gene Kelly
¡Vaya modales!, Gracita Morales.
¡Tururú!, Peter O´toole.
Que no te lo chiven, David Niven.
No estoy para folclores, Lola Flores.
No seas tan rígida, Gina Lollobrígida.
No me llores, Sophía Loren.
No me la des con queso, Fernando Esteso.
No te vayas de estos lares, Andrés Pajares.
Así no te lo tomes, Fernando Fernán Gómez.
Aquí contrataco, con el Gordo y el Flaco.
No me puedo reír más, con los Hermanos Marx.
De sexo te hago un test, a lo Mae West.
Échame un cable, Clark Gable.
Vamos presto, Charlton Heston.
¡Ay, como te miro!, Robert de Niro.
Triunfando, a lo Marlon Brando.
Me inclino, ante Al Pacino
A lo dicho, Rober Mitchum.
Vete al redil, John Mills
Ya te vale, Claudia Cardinale
Lo mejor del barrio, Leonardo DiCaprio
Me quedo como un ganso, viendo a la Scarlett Johansson.
No es raro que te embobes, con la Julia Roberts.
Como el arroz con duz la Penelope Cruz.
Del cerdo me gustan hasta los andares,
pero lo cambio sin dudar por la Blanca Suárez.
¡Qué arte el de Ava Gardner!
¡Chin, chin por James Dean!
Aquí bailo con la Elizabeth Tailor.
Loor a Glenn Ford.
¡Oh, es él, Orson Welles!
Dialoga, Humphrey Bogart.
No se duerman, que es Ingrid Bergman.
No me seas locatis, Bette Davis.
No seas memo, Jack Lemmon.
Me intrigo, Alfred Hitchcock,
El alcalde que hay que tener, Pepe Isbert
Cine Doré, que entran dos y salen tres.
En el Cine Carretas, te abren al instante la braqueta.
En el Cine Quevedo, ozonopino y pedos.
En el Montera, las pilinguis te dejan sin cartera.
En el Cartago, es que me cago.
En el Espronceda a dos manos te hacen la pera.
En el Rex me lo hice con mi ex.
En el Consulado te la hacen de lado.
En el Cervantes, solo los martes.
En el Gran Vía, todos los días.
En el Princesa te la dejan tiesa.
En el Salamanca las chicas no son mancas.
En el Bulevar, ¡para qué contar!
En el Luchana, bien que se afanan.
En el Bilbao, con mucho cuidao.
Cine Bahía, … en tu cada o en la mía.
Cine Pabón, palomitas y turrón
Cine Callao, nenas a puñaos.
En el Emperador, fuera el sujetador.
En el Fantasio, sea de indios o de romanos, nadie hace ni caso.
En el Coliseum, tras el rugir del león de la Metro, ya empiezan los escarceos.
En el Cine Lucero, el trajín en el gallinero.
En el Pez, una vez.
En el Aragón, un mogollón.
Y en el Ideal, la mundial.
En el Aravaca, las parejas buscan intimidad en las últimas butacas.
En el Goya, pandillas de chicos y chicas
y estrategias para sentarte junto a la que más te mola.
En el Arlequín. Quiero acampar entre tus dos montañitas, Pilarín.
En el Cine Luxarreta, acaricie a mi chica las tetas.
En el Aravaca, me enrede en el pubis de mi flaca.
En el París, ¡sigue, sigue, así, así!
En el Falla, grandes risotadas por un sonoro tortazo… y no en la pantalla.
En el Flor, cientos de historias de amor.
En el Proyecciones, Lolita me susurra que sus padres están de vacaciones…
En el Canciller, no para en tu mano de crecer.
En el Peñalver, todo esto te lo he de meter.
En el Sorrento, te ponen muy contento.
En el Condado, carne o pescado.
En el Gallarre, ¡no!, ¡no!, ¡eso no!, que no quiere mi madre.
Cine Delicias. ¡Cariño, cómo acaricias!
Cine Elcano. Las parejas se meten mano.
En el Fuencarral, “te suben la moral”.
En el Becerra. te la ponen tiesa.
En el Copacabana, mi nena me meneó la banana.
En el Alphaville siempre hay ligue.
En el Extremadura te la ponen dura.
En el Galileo liga hasta el más feo.
En el Alexandra, se me van los ojos al canalillo de Fernanda.
En el Aluche, chuches y achuches.
En el Magallanes, te salen solos los planes.
En el Mola, mi chica se estremece con los tiros y se agarra a mi cola.
En el Lido, amores furtivos, y si te vi, ya te tengo en el olvido.
En el Granada, un abrigo por encima y aquí no pasa nada.
En el Castilla, le exploro a mi chica su rajilla.
En el Alba te dejan como para criar malvas.
En el Alcalá-Palace sesión continua de masaje.
En el Albéniz-Cinerama me dejan seco como mojama.
En el Alvi casi me la comen creyendo que era salami.
En el América, buenas hembras, y son ibéricas.
En el Amaya, no sólo besos en la pantalla.
En el Argentina, te la empinan.
Cine Praga. Mi amor, he perdido la braga.
Cine Emperador. Cariño, no encuentro el sujetador.
En el Apolo. Marisol, ¿me quieres? / Te quiero, Manolo.
En el Candilejas, se juran amor eterno, las parejas.
En el Arizona, estaba la chica jamona.
En el Astoria me eché una novia.
En el Cedaceros, los novietes se dan el lote, ajenos a las luchas de indios y vaqueros.
En el Capitol, la chica jugaba al voleibol.
En el Avenida, ¡cómo te quiero mi vida!
En el Azul, me interesaba más la peli y me llamaron gandul.
En el Barceló no estuve muy afortunado y me llamaron de to.
En el Bellas Artes, el mejor día los martes.
En el Bellas Vistas conocí a una moza muy lista.
En el Benlliure la película me aburre.
En el Bogart, lo mejor es el bar.
En el Odeón, todo empezó desabrochándole un botón.
En el Bristol, visto lo visto.
En el California, ¡la ostia!
En el Canadá prometo que siempre me tendrá.
En el Pilar, programa doble, casi tres horas para… trastear.
En el Carlton. Por su canalillo se podía hacer un eslalon.
Al Carolina iban niñas muy finas.
En el Cid Campeador daba hasta rubor.
En el Ciudad Lineal nunca me fue mal.
En el Concepción la niña era un bombón.
En el Covadonga la moza era un poco pindonga.
En el Carlos III, me gustaba su chupa de cuero.
En el Capri, “El pescador de coplas”, de Antonio Molina, y yo con la tetona de Kati.
En el Cristal, un encuentro muy sensual.
En el Chamartín, besos arrumacos y película de Rin Tin Tin.
En el Drugstore, desnudos en la pantalla incitan a que el personal se acalore.
En el España, ellas son las que dan más caña.
En el Españoleto me perdí en sus vericuetos.
En el Europa, nos sobraba toda la ropa.
En el Fátima, una de Charlot y me la perdí toda ¡Qué lástima!
En el Felipe II dos pistoleros se retan en duelo y yo también desenfundo.
En el Florida, ¡qué cosas me pides, bandida!
En el Garden, que no te acobarden.
En el Imperial, batalla campal.
En el Imperio, películas de misterio.
En el Infantas, ¡tantas y tantas!
En el Infante, ¡diantre, diantre!
En el Kursal nunca se da mal.
En el Cine Las Vegas citas a ciegas.
En el Lenx, primero el cine, lo otro después.
En el Lepanto me ufano por lo que aguanto.
En el Liceo, pipas, risas y tonteo.
En el Lisboa me la ponen tan grande como una boa.
En el Lope de Vega, necesaria antes una buena brega.
En el López de Hoyos hay que salvar antes no pocos escoyos.
En el Cine Lumiere ellas hacen lo que quieren.
En el Luna sólo falta que anime la tuna.
En el Cine Lux, ¡Jesús, Jesús!
En el Cine Madrid siempre he sido feliz.
En el Metropolitano, si te descuidas, te la meten por el ano.
En el Montecarlo me dicen que a mi pito habría que clonarlo.
En el Montija muy agradable la cita, aunque la niña era algo pija.
En el Morasol me dejé llevar y perdí todo el control.
En el Moratalaz, película carcelaria de huida de Alcatraz.
En los Picasso, ¡hummm!, ¡aaahhh!, ¡ay! y a la película… ni caso.
En el Mundial, tarde triunfal.
En el Rialto conseguí entradas para “El último cuplé” de Sara Montiel,
aunque de gallinero, allá a lo alto.
En el Cine Murillo me han sacado hasta brillo.
En el Niza, gemidos por aquí, gemidos por allá, y la película era … de risa.
En el Novedades de todas las edades.
En el Olimpia la cartera me la limpian.
En el Oporto además de pelis ponen cortos.
El Cine Palace me satisface.
En el Palafox, película de Cantinflas, me muero de risa y luego me da la tos.
En el Pizarro, “Río Bravo”, nada menos que con John Wayne, Dean Martin
y Walter Brennan, y yo haciéndome el somarro.
En el Príncipe Pío, ¡qué bochorno!, acaba la peli, encienden las luces
y pillan a muchas parejas con las manos en el avío.
En el Progreso, la chica me da un beso.
En el Real Cinema, sale en la pantalla el “The end”,
pero algunas parejas no se enteran y siguen con su tema.
En el Regio, mucha chavalería, que parece un colegio.
En el Cine Renoir, una chica se pone a gritar. ¿Estará gozando con el tracatrá?
En el Cine Río, demasiado gentío.
En el Cine Roma, me encanta de la moza su aroma.
Y en el Rosales, sus labios sensuales.
En el Royal te elevan… la moral.
En el Sainz de Baranda, mejor con la panda, y después de parranda.
En el Cine San Blás te calmarás.
En el San Diego quedo para luego.
En el San Rafael, niñas a tropel.
En el San Remo, ¡oh!, te quedas con cara de memo.
En el Savoy voy a lo que voy.
En el Sevilla, ¡qué dolor!, la cremallera me la pilla.
En el Simancas me enamoré hasta las trancas.
En el Usera las chicas son guerreras.
En el Jorge Juan me ha salido un plan.
En el Vergara te dan mucha vara.
En el Pompeya, una novieta que ya no he vuelto a saber nada de ella.
En el Galaxia, casi juegos de magia.
En el Conde Duque, era suave como un osito de peluche.
En el Colombia tocan la zambomba.
En Los Ángeles, peli del oeste y grititos en la sala que no son de los comanches.
En el Excelsior con el calor de los encuentros se llega al incendio.
En el Coimbra hay que apretarse la cincha.
En el Pleyel, como reyes.
En el Postas te transportas.
En el Bécquer exploré bajo el suéter.
En el Marvi, delicada y tan sexy como una Barbie.
En el Narváez, ¡qué bien me caes!
En el Palacio de la Música, Pepita, ¡eres única!
En el Palacio de la Presa, Juanita, ¡eres inmensa!
En el Paz, nos mostramos sin disfraz.
En los Roxy, declaré mi amor a Consi,
En el Salaberry, mi chica y yo nos vimos tan a gusto una película de Tom y Jerry.
En el San Carlos, ratos para no olvidarlos.
En el San Pol, ven aquí mi gallinita y pon.
En el Tetuán, soy un señor soy un truhan.
En el Torre de Madrid, la chica me la quiere hasta medir.
En el Richmond, palomitas y mucho ritmo.
En el Urquijo, de seguro, fijo.
En el Cine Vallehermoso siento cierto acoso.
En el Velázquez, después nos fuimos a un parque.
En el Versalles son muy cabales, si haces algo raro te echan a la calle.
En el Victoria, ¡tararí!, llega el Séptimo de Caballería, acaba la peli, encienden las luces y nos pillan… en la gloria.