El FORNOS. En la calle de Alcalá, esquina a la de los Peligros. Fundado en 1870, llenó todo un capítulo en la historia amable de Madrid. Permanecía abierto toda la noche y era local para juergas galantes y sede de tertulias de comediantes, escritores, políticos, artistas, aristócratas, financieros o toreros. Famosas eran sus cenas baratas a la salida de la "cuarta" del Apolo, la última sesión (de una a dos de la noche) en el cercano y también desaparecido Teatro Apolo. Cerró en 1908 para reabrir en 1909 como Gran Café y, tras cerrar nuevamente en 1918, reapareció unos años como Fornos Palace, en forma de cabaret, para desaparecer definitivamente en 1923