LOS MADROÑOS. En la calle Ercilla 11. La historia de esta taberna empezó en 1870 cuando Saturnina empezó a freír gallinejas y entresijos y venderlas por los merenderos de las afueras. En 1900 fue su hija Josefa la que siguió con el negocio y se estableció en la calle Labrador 11, en el barrio de Peñuelas, tarea que continuaron sus hijas hasta 1960. Y no fue hasta 1993 cuando Luis Bardo, uno de los biznietos de Saturnina, retomó la freiduría de gallinejas abriendo local primero en el barrio de Usera y ahora en la calle de Ercilla

                       

                                                                                  
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