entredosamores. criptana. joseflores
78     LA RADIO DE ENTONCES

a radio nació a la luz por primera vez en EE.UU. en 1920. En España fue en 1923 cuando se producían las primeras emisiones experimentales y cuando se empiezan a construir los primeros aparatos de la marca Iberia. El 14 de noviembre de 1924 nacía Radio Barcelona y el 17 de junio de 1925 Radio Madrid, emisoras que rápidamente se fusionan para formar Unión Radio, embrión de lo que catorce años más tarde se convertiría en la cadena SER. Todo esto transcurría mientras las primeras radios de galena costaban 60 Pts. y las de válvulas 490 Pts. Muy caras para el poder adquisitivo de la época.

Cuenta mi padre que un profesor que tuvo de Bachillerato en Criptana, don Fermín, poseía una de estas primeras radios de galena —posiblemente la primera que hubo en el pueblo— y que una vez, allá por 1926, llevo a toda la clase a su casa (una habitación en la Fonda Pintor) para que la escucharan. Sin duda era un adelantado, pues había transcurrido muy poco tiempo desde la implantación en España.

El colegio de mi padre el San Millán, estaba en la calle Castillo, frente al hoy bar Castillo, en un antiguo caserón propiedad de los Henríquez de Luna que ocupaba tres o cuatro casas actuales y daba de sí para muchas cosas. Entre otras, además del colegio, albergó en su día la posada en donde se alojó Azorín cuando aquí vino en 1905 para escribir uno de los capítulos de La ruta del Quijote y luego la Fonda Pintor (antes de que recalara al lado del antiguo Casino de la Concordia, frente a la plazoleta al lado de la iglesia).


Primeros receptores de radio
Primeros receptores de radio a galena y de válvulas

La programación de la radio entonces se reducía a música, algunas conferencias de divulgación cultural y a la información meteorológica, aunque poco más tarde la oferta aumentó con boletines de noticias, programas infantiles e incluso algún concurso en el que se ofrecía un premio a quien acertara el nombre de las intérpretes de unos cuplés radiados.

La audiencia era considerable, pues aparte de los que tenían aparatos en casa y hacían partícipes a la vecindad colocándolos a todo volumen cerca de ventanas y balcones (las más de las veces para darse "pisto" por poseer aparato tan moderno), la radio se escuchaba en lugares públicos como casinos y bares, todos sin perder ripio de cuanto por aquella caja mágica salía.

Durante la II República, Unión Radio se declara totalmente partidaria, convirtiéndose en su órgano oficial. Pero es el bando nacional durante la guerra el que le gana la batalla propagandística por medio del General Queipo de Llano a través de Radio Sevilla.


Queipo de Llano
El general Queipo de Llano arengando a la población desde Radio Sevilla

En 1937, Franco empieza a emitir su propaganda desde una emisora instalada en Salamanca, primer eslabón de lo que sería la cadena radiofónica más importante de España: Radio Nacional. Y terminada la guerra, son los tiempos del "parte", de aquél informativo con todas las emisoras obligatoriamente conectadas a la radio oficial que comenzaba con un marcial "tararí" y seguía con la voz de Fernando Fernández de Córdoba. Después, también con la de David Cubedo y, cómo no, con la de los extraordinarios Enrique Mariñas y Matías Prats, que además fueron los mejores locutores deportivos de los años cincuenta y sesenta. Este control de la información se mantuvo hasta 1976.

Matías Prats, polifacético, nos contaba mil y una anécdotas sobre la vida de los futbolistas. Entre sus retransmisiones más recordadas está la del gol de Zarra en el estadio Maracaná de Río de Janeiro el 2 de junio de 1950, durante el partido entre España e Inglaterra del Mundial de Fútbol de Brasil. Asimismo, el gol de Marcelino en el Bernabeu en 1966, en el partido de España contra la URSS de la Copa de Europa de Naciones. Y en su faceta de comentarista taurino, era una enciclopedia viviente sobre todos los entresijos del mundo del toro.


La radio de posguerra
David Cuvedo, Matías Prats y el famoso gol de Zarra a Inglaterra en el Mundial de Brasil de 1950

También eran tiempos, para obtener noticias no tan sesgadas, de la búsqueda en el dial de las emisiones de la BBC, Radio París o la Pirenaica.

La clandestina Radio Pirenaica. (Radio España Independiente), cuya primera directora fue Dolores Ibárruri, fue una referencia fundamental para los millones de españoles que querían saber lo que realmente pasaba en el mundo y en España. Fundada en 1941, su ubicación siempre estuvo rodeada de leyenda y confusión; había quien creía que se encontraba emplazada por algún lugar del macizo pirenaico, pero la realidad es que estuvo en Moscú y a partir de I955 en Bucarest. Dejó de emitir en 1977.


Radio Pirenaica
Instalaciones de Radio Pirenaica y Dolores Ibárruri, su primera directora y fundadora

Permiso para tener radio
El control gubernativo llegaba hasta el extremo de extender permisos para disfrutar de una radio en casa.
Y es que a traves de la onda corta se podían escuchar las emisoras del extranjero, que se consideraban
altamente peligrosas. ¡Pero quién le pone puertas al campo!

A partir de los años cincuenta, la SER, Radio Intercontinental, Radio España y otras, ocuparon la parcela que más descuidada estaba, la del entretenimiento, hasta erigirse en pugna con RNE en emisoras espectáculo, animadoras del ocio de los españoles. Eran años en los que la radio nos hizo soñar y llorar. Su expansión es tal que casi todas las familias tenían receptores, sucediéndose programas de éxito que paralizaban a los españoles en los horarios de máxima audiencia.


Pendiente del serial
La radio nos hizo soñar y llorar

Pero los concursos cara al público, las variedades, los seriales, las retransmisiones deportivas, el teatro, suponían salir al encuentro de unos recursos financieros que si, en el caso de RNE procedían de los presupuestos del Estado, en el de las emisoras comerciales guardaban una estrecha relación con su apelativo, la publicidad, los anuncios. Y es así, que a fuerza de oírlos, terminabas por sabértelos de "carrerilla".

Soy el rico Flan Chino El Mandarín, que ha venido del Pekín de la ilusión…

El Pekan y la Dalia, la mejor peletería, la mejor peletería que tenemos en Madrid. ¡Vaya que sí!...

—¿A dónde vas Pilar?, pareces una modelo.
—Me visto en San Ildefonso por muy poquito dinero.

—¡Goooool!, ¡gooool!, ha sido gol.
—Nada de gol, eso lo dirá el árbitro.
—¿Qué árbitro?
—El de la elegancia: Sastrería Vargas.

Un sabio me lo decía con muchísimas razones, no dejes de visitar la Casa los Pantalones.

Okal, Okal… Okal es lenitivo del dolor…

Si me quieres ver feliz, es preciso que me lleves, a los Almacenes Ruiz, de Hortaleza 19.

Nena, nena, voy a comprarme unos guantes, los más elegantes de todo Madrid…Mario Herrero, el mejor guantero del mundo entero.

¡Cuide sus cristalinos en Ópticas San Gabino!


Yo soy aquel negrito del África tropical,
que cultivando cantaba la canción del Cola Cao.
Como verán ustedes, les voy a relatar
las múltiples cualidades de este producto sin par.
Es el Cola Cao desayuno y merienda…

—Felipe... ¿ande te metes?
—En la ca del Tribulete.
—¿Es que te vas con la panda?
—¡Amos, anda! ¡Ojo!, que voy al Molino Rojo.

Almacenes San Mateo, si no lo veo no lo creo.

Para el otoño madrileño, Gabardinas Butragueño.

A mí, plín, ¡yo duermo en Pikolín!

Es torrefacto El Cafeto: ¿a quién no le gustará?...

¡Coñac Decano Caballero! Que Decano es el primero en solera, en sabor y calidad. Caballero, ¡que coñac!

La hora del cambio. Cambie a brandy Fabuloso. ¡Que cambiazo!
(que podía tener dobles lecturas y fue mirada con lupa por la censura de la dictadura).

Ese lava blanco, blanco, blanquísimo. Ese lava limpio, limpio, limpísimo.

Y tantos otros…

En mi casa teníamos un receptor Iberia colocado en el comedor en sitio preferente, en una repisa rinconera con su pañito de puntilla como era tradicional, rodeado del calendario del Sagrado Corazón y de fotografías familiares. En aquel aparato —casi siempre lo teníamos conectado a la SER— oíamos al mediodía un programa tipo magazín llevado por José Luis Pécker, uno de los locutores míticos de entonces (su abuelo, José Pecker Lescorboura, ciudadano francés, regentó en Alcázar de San Juan la Fonda Francesa, al lado de la estación, y ya antes había trabajado en la Fonda de la Estación, también regentada por franceses). Y dentro de él un espacio, Siguiendo los deportes, con comentarios de Gilera, Paco Quílez Quilates, especialista en carreras de caballos, o Miguel Ors.


La radio de mi casa
La radio de mi casa

Las radios de mis abuelos
La radio de mis abuelos paternos y la de mi abuela Pepa, que sustituyó a otra más antigua

En ese programa de Pécker tuvimos un año la satisfacción de escuchar una entrevista con Francisco López-Casero, El Monarca, Alma mater de la Semana Santa de Criptana en aquellos años, que a través de las ondas hizo un bello canto de su solemnidad y recogimiento, comparándola con las mejores de España.


Míticos locutores de Radio Madrid
José Luis Pécker, Enrique Gil de la Vega "Gilera" y Miguel Ors

Por la mañana mi madre conectaba muchas veces con Radio Socuéllamos. Su locutora —creo que única— de nombre Petrita, conducía con voz muy atiplada un espacio con canciones dedicadas ("Para Pepi, de quien ella sabe y esperando le guste"): mucha Concha Piquer, mucho Juanito Valderrama y todos los éxitos del momento.

La hora de comer, a las dos de la tarde, coincidía con las noticias (el "parte") de Radio Nacional de España, transmitidas obligatoriamente por todas las emisoras. Eran pura liturgia, sagradas, casi todos en silencio, y más en la información del tiempo y del estado de las carreteras, pendientes de ello siempre, sobre todo en invierno por la profesión de mi padre: camionero. Nombrar la nieve o el hielo en casa era como nombrar al mismísimo demonio.

La tarde era para los seriales, cultura lacrimógena de aquella época y el vivero de grandes profesionales: Guillermo Sautier Casaseca, José Mallorquí, Luisa Alberca, Remedios de la Peña, Enrique Franco, Rafael Trabuchelli, Enrique Aroca… Recuerdo entrañable para aquella mítica compañía de actores de Radio Madrid: Pedro Pablo Ayuso, Matilde Conesa, Matilde Vilariño, Juana Ginzo, Maribel Alonso, Eduardo Lacueva, Doroteo Martí, Julio Varela… Al regreso del colegio encontrábamos a madres y abuelas planchando, zurciendo los calcetines o repasando la ropa con la oreja puesta, atentas al capítulo del día. Triunfan en aquella época: Lo que no muere, La sangre es roja, Un arrabal junto al cielo, Dos hombres buenos, El Coyote, Ama Rosa, Simplemente María, Lucecita…

Y todas ellas patrocinadas por Muebles López, de la calle Luchana, en Madrid.


Cuadro de actores de Radio Madrid
Pedro Pablo Ayuso, Matilde Conesa, Matilde Vilariño, Juana Ginzo y Eduardo Lacueva, del cuadro de actores de Radio Madrid

Lo que no muere
Libro con los fascículos publicados de la novela radiofónica lo que no muere

Cuadro de actores de Radio Madrid
Guillermo Sautier Casaseca preparando una grabación con la compañía de actores de Radio Madrid. Los primeros,
de izquierda a derecha, son Matilde Conesa, Pedro Pablo Ayuso, Juana Ginzo y Ramiro Muñoz

Recuerdo que muchas tardes bochornosas de verano, al primer trueno que anunciaba la inminente tormenta, seguía el fallo de las líneas eléctricas y el consiguiente apagón, que para colmo coincidía con el tiempo de la radionovela.

Mi madre tenía una ventaja, y es que salía corriendo a casa de su amiga y vecina Tere, que disponía de transistor, y allí terminaba de oír el relato. Su marido, Paco Ortiz, era el jefe de zona de Centrales Eléctricas Navarro, que operaban entonces en un sector de las provincias de Toledo Cuenca, Ciudad Real y Albacete. Naturalmente, conocedores de las aplicaciones de la electricidad, que además les salía totalmente gratis, tenían la casa atiborrada de electrodomésticos —muchos de ellos, alemanes— que en el pueblo sólo veíamos en las películas, y entre ellos un transistor.

Fue en el año 1956 cuando apareció en EEUU la primera radio a transistores, que sustituyó rápidamente a la radio de válvulas convencional. En España tardaríamos algún tiempo en tenerlo, y su llegada no fue demasiado bien recibida. "No hay campo sin tractor ni hortera sin transistor" decían algunos. Pero el caso es que fue un gran adelanto, y no había gañán o pastor que no lo llevara consigo para hacerse compañía en las largas horas por el campo.


Transistor
Antiguo radiotransistor. El gran invento de entonces, pues funcionaba con pilas

En Radio Intercontinental, antes del serial de la SER y patrocinado por Reloj Festina y la Antigua Relojería de la calle de la Sal, escuchábamos aquel famoso sainete de La portera y sus vecinos, desternillándonos con los chismes y el hablar castizo y chulesco de "la señá Patro".

Las largas horas de la tarde eran propicias para las confidencias, y nada mejor para ello que El consultorio de Elena Francis, en Radio Nacional, uno de los programas más recordados y emblemáticos de la radiodifusión en España. Atendía a las consultas de las oyentes, ya fueran de belleza, cocina, salud, jardinería... Pero sin duda fue evolucionando con el tiempo hasta convertirse básicamente en consultorio sentimental. Llegó a mantenerse en antena durante 37 años e hizo popular su sintonía: Indian Summer de Víctor Herbert.

Uno de los misterios que rodeaba al consultorio era la identidad de la Señora Elena Francis, en realidad un ser ficticio interpretado por diversas voces a lo largo de su trayectoria: María Garriga, Rosario Caballé y Maruja Fernández, locutora que con su personal voz encarnó durante más tiempo a este personaje. Detrás había un equipo de guionistas que se documentaba sobre los diferentes temas a tratar para buscar el consejo o respuesta más apropiado.


Consultorio Elena Francis
Maruja Fernández y el periodista Juan Soto Viñolo fueron los que durante más tiempo dieron voz y guion a Elena Francis

Los chicos tuvimos también nuestras radionovelas, como Diego Valor, el héroe del espacio, que narraba las aventuras interplanetarias de este personaje en su lucha contra las fuerzas del Mal. Se emitió en la SER desde finales de 1953 hasta junio de 1958 a las siete y cuarto de la tarde. Y su popularidad aumentó cuando además se editaron tebeos, eso sí, con un formato raro, a menudo defectuosamente guillotinado y con un papel de pésima calidad.


Diego Valor
Tebeos basados en el serial radiofónico de Diego Valor

Tras el parte de las ocho, llegaban los programas estelares que han marcado la historia radiofónica de España.

En Radio Intercontinental, Ángel de Echenique, con su Auto de la fortuna, era una especie de "Bienvenido mister Marshall". Otro concurso famoso en esta emisora fue Ruede la Bola, para artistas noveles. En la SER, desde Barcelona, Avecrem llama a su puerta, presentado por Joaquín Soler Serrano, cuya popularidad se extendió a toda España, y a través de Radio Madrid: La melodía misteriosa, Conozca a sus vecinos o El pototeo. Y también en Radio Madrid y con José Luis Pécker, Doble o nada, donde un concursante, el doctor Salvá, adquirió celebridad y dinero contestando a preguntas tremendamente difíciles sobre el compositor operístico italiano Giacomo Puccini, o Un millón para el mejor, que luego se emitió por TVE.


Programas estelares
Buscando en el dial el mejor programa para la noche

La película Historias de la radio (1955), de José María Sáez de Heredia, narra precisamente tres historias cuyo nexo de unión es la radio, un mundo en el que los sueños se cumplen. Sueños como el de los participantes en un concurso que promete 3.000 pesetas al primero que llegue vestido de esquimal a la emisora; o el del ladrón que contesta la llamada telefónica en el piso que está robando; o el de los vecinos de un pueblo que buscan dinero para un niño enfermo. Tres historias distintas, enlazadas a través de un locutor y de su prometida, que retratan las ilusiones de una época.


Historias de la radio
Historias de la radio. Pepe Isbert y Boby Deglané

En variedades, los favoritos fueron Fiesta en el aire o Noche del sábado de Radio Nacional de España, y Cabalgata fin de semana de Radio Madrid.

Cabalgata fin de semana supuso para los españoles el asistir a través de la imaginación a un gran espectáculo radiofónico de constante entretenimiento. Ciertamente, no era para menos teniendo en cuenta la amenidad y verborrea con la que era llevado por su pareja estelar de presentadores: Boby Deglané, sustituido luego por José Luis Pécker, y Carmen Pérez de Lama. El programa empezaba a las 22’30 horas de los sábados; el final no era conocido ni por los propios locutores.


Cabalgata fin de semana
Cabalgata fin de semana. Boby Deglané entrevistando al compositor e intérprete mejicano Agustín lara

Dentro de los programas de ayuda, Todo para los chicos, dirigido por Joaquín Peláez en la SER, que se inició en 1962 y en él nació la idea de lo que después sería la llamada Operación Plus Ultra: llevar a 16 niños de brillantes y ejemplares comportamientos por toda la geografía de España a bordo de los aviones de Iberia

Y Ustedes son formidables, con Alberto Oliveras, también en Radio Madrid de la SER, los miércoles a las diez y media de la noche. "Que sean grandes o chicos. No importa pobres o ricos, ¡ustedes son formidables!...": así comenzaba su emisión, con la música de fondo de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak. Entre sus mayores logros, la recaudación de algo más de tres millones de pesetas en 1961 para los damnificados de una riada en Sevilla y la reconstrucción de un asilo de ancianos en Pola de Siero. También nos dio a conocer la ejemplar figura de Vicente Ferrer, misionero y jesuita que por entonces se afanaba en poner un poco de progreso en La India. Superó los 17 años de permanencia en antena y dejo de emitirse en 1977.

Colaborador con Oliveras en el programa fue Joaquín Prat, que participó en otros muchos. En 1964, en Radio Madrid Madrugada, alcanzó el éxito, y en 1970, junto a la actriz Laura Valenzuela, protagonizó el serial Más allá de las estrellas.


Alberto Oliveras
Alberto Oliveras y su Ustedes son formidables. En la otra fotografia, con Joaquín Prat

Series de humor familiares y entrañables como Matilde, Perico y Periquín, forman parte de la memoria. Empezó a emitirse por toda la SER en 1955, interpretada por Pedro Pablo Ayuso, Matilde Conesa y Matilde Vilariño que daba vida al travieso de Periquín, que casi siempre terminaba "cobrando": "¡Mama, pupa, nene no!". La emisión dejo de emitirse tras el fallecimiento de Pedro Pablo Ayuso en 1971.


Matilde, Perico y Periquín
La magia de la radio

Gila empezó como humorista gráfico, pero el éxito le llegó en 1951 cuando actuó en Madrid como espontáneo en el teatro de Fontalba, donde contó un improvisado monólogo sobre su experiencia como voluntario en una guerra. En la década de 1950 actuó en Radio Madrid. Cuando abría la boca y empezaba a hablar era capaz de arrancar la risa a cualquiera. Con su inseparable teléfono, iniciaba una conversación sin sentido con un desastroso enemigo de una guerra imaginaria que nada tenía que ver con la que él vivió en España. Celebradísimo fue su monólogo sobre uno que le toco un millón y llama a su jefe para ponerlo de vuelta y media y comunicarle que ya no volvería a trabajar; inmediatamente, tras enterarse que el premio era en realidad un sillón, tiene que deshacer el entuerto. O aquel de otro que cuenta las excelencias de su piso recién comprado, con tabiques como de papel de fumar (tiene la ventaja, decía, que los vecinos no pueden oírte, pues cuando ponen la oreja en la pared…se transparenta) y habitaciones que para abrir las puertas antes había que retirar los muebles.


Gila
Miguel Gila

Luis Sánchez Polack "Tip", antes de formar con José Luis Coll la famosa pareja "Tip y Coll" la formó durante catorce años con Joaquín Portillo, "Tip y Top". Primero trabajaron en la radio por separado, Tip con su personaje Don Poeto Primavero de la Quintilla y Top interpretando zarzuelas radiofónicas. Juntos intervinieron en Estampas y sainetes, Los tres gazapito, Apunta, nene, ¿Ha perdido usted el juicio?, Juvenil y Cortefiel o De viernes a viernes, todos en Radio Madrid.


Tip Top y Tip y Coll
Parejas de Tip y Top y de Tip y Coll

"Yo soy El Zorro, zorrito, para mayores y pequeñitos; yo soy El Zorro, señores, de mil amores voy a empezar". Con esta cancioncilla iniciaba el argentino Pepe Iglesias El Zorro su programa, que se convirtió en un verdadero espectáculo familiar. Su prodigiosa garganta era capaz de crear las voces de una amplia gama de personajes —muchos creían que detrás de él estaban otros actores—, como los que integraban, por ejemplo, el "Hotel La Sola Cama", donde había bronca toda la semana. De entre ellos, muy recordado el del Finado Fernández, un individuo al que le pasaban las historias más disparatadas y graciosas, las cuales siempre terminaban con un "... y de Fernández nunca más se supo". Actuó en la Cadena SER en la década de los cincuenta durante varias temporadas.

Sus frases las empleaba todo el mundo en la calle, en el trabajo, con los amigos: "Seré bereve..." en lugar de seré breve; "está loca la pelota"; "¡Ay que risibilidad me dan las cosas risibles!"; "A mí me gustó. ¿A ti te gusto?" o "Viejo, tomate la pastilla”, con acusado acento porteño. Y en los bares y tiendas comenzó a pedirse "morrones en lata", una conserva por él inventada que tenía muchas aplicaciones.


Pepe Iglesias El Zorro
Pepe Iglesias El Zorro

Para charlas religiosas las del padre Venancio Marcos con aquel programa que empezaba: "Obrerito que me escuchas, acércate a la radio. ¿No es verdad, picarón, que engañas a tu patrón?". De precaria salud, eligió para sus actividades apostólicas este tipo moderno de periodismo radiofónico que se mantuvo durante cerca de 30 años a través de las distintas emisoras en las que colaboró.

Lo que no faltaba nunca, a las doce en punto de la mañana y en Radio Nacional de España, era el rezo del Ángelus. No en vano el Estado se declaraba católico, apostólico y romano.

Programas musicales hubo muchos y todos muy buenos: Discomanía, El gran musical y Los cuarenta principales en la SER, Caravana musical en La Voz de Madrid, Vuelo 605 en varias emisoras o Alta Fidelidad en RNE.

"La canción más dulce, la que llega al alma, y la que llena de alegría, ¡te la traerá Discomanía!" Así sonaba todos los días la sintonía de este programa, conducido por el chileno Raúl Matas, que a finales de los 50 nos ponía al corriente de lo más "ín" del momento de la música pop.


Discomanía
Raul Matas y su Discomanía

El gran musical nació en el año 1962 de la mano de Tomás Martín Blanco, y se emitía los domingos por la mañana a las 12 horas. Por el desfilaron las más famosas figuras de la canción moderna, convirtiéndose en poco tiempo en el de mayor popularidad de las ondas españolas. En 1970 pasó a llamarse Los 40 principales, con Rafael Revert al frente, nombre que tomó de una sección que ya existía en el anterior. Además de impulsar, dar a conocer y promocionar la música, en ellos se formaron grandes locutores: José María Íñigo, Miguel de los Santos, Constantino Romero, Mariano de la Banda, Pepe Domingo Castaño, Pepe Cañaveras o Joaquín Luqui ("Que fuerte, que fuerte, Beatles, Paúl Mccartney").


El gran musical
El gran musical, que se emitía desde distintas discotecas de Madrid.
En la foto, desde la desaparecida y mítica Sala Consulado en la calle de Atocha

El gran musical
El gran musical. Tomás Martín Blanco y un jovencísimo José Mariá Íñigo

El gran musical
El gran musical. Joaquín Luqui y Pepe Domingo Castaño

Ángel Álvarez, piloto de aviación, comenzó a combinar su profesión con la de comentarista de discos en 1960, en un programa dedicado a la música joven denominado Caravana musical, en La Voz de Madrid. En 1963 se inició la emisión en Radio Peninsular de su programa Vuelo 605, que luego pasó por Radio Madrid, Cadena Minuto y la M-80, y también puso en marcha Alta Fidelidad en Radio Nacional de España.


Ángel Álvarez
Ángel Álvarez

Los domingos eran de Carrusel deportivo. Allí estaba Vicente Marco y sus conexiones con todos los campos de España:

"Desde Oviedo, Manso Menéndez".

"Desde Sevilla, Juan Tribuna"

"Desde Madrid, Pepe Bermejo"…

Y todo ello con los concursos intercalados de Juan de Toro y el Anís Castellana.


Carrusel deportivo
Juan Tribuna y Vicente Marco

Comenzó Carrusel deportivo su andadura en la SER en 1954 y aún sigue, con Vicente Marco al frente hasta el año 1982. El éxito de este programa ha llegado incluso a la música; Martirio cantaba así:


Taquitos de jamón,
chopitos y gambas,
yo me jarto de comer
y por la tarde le dejo…
pa’ que escuche Carrusel


Le hacían competencia e igualmente siguen Radiogaceta de los deportes, que empezó a emitirse en 1953, o Tablero deportivo, ambos en RNE.

Y los domingos también, después de las noticias de la noche, y todo en la SER, primero una comedieta muy agradable y siempre jocosa, Estampas y sainetes, con la intervención de todo el grupo de actores de la emisora. Comenzaba siempre con una voz imperiosa que destacaba sobre un fondo de música de zarzuela: "¡Pepi, Juaní, Matilde, niños!..., ¡venid!, que empiezan los sainetes". Era el reclamo para que ya todos estuviéramos sentados en la mesa y dispuestos a cenar.


Estampas y sainetes
Detalle del libro de Antonio Calderón y Eduardo Vázquez, con la recopilación de todas las Estampas y sainetes

Seguía un espacio de Pepe Palau, documentadísimo, que nos daba a conocer la música que se editaba en los Estados Unidos. Llevaba sus propios discos al programa, que, según decía, compraba en sus viajes a Nueva York o se los mandaban los muchos amigos que allí tenía. Era un enamorado de Frank Sinatra y del jazz.


Pepe Palau
Pepe Palau y su Música de última hora. Estaba enamorado de la música americana, del jazz y de Frank Sinatra

Y antes de acostarnos, las crónicas de Salvador Rapallo "Taleguilla" o de Carlos de Larra "Curro Meloja", críticos taurinos de honesta veteranía, en programa patrocinado por las bodegas de Zoilo Ruiz Mateo (Una voz sale del tendido: "Fino Tío Mateo, de Palomino y Vergara").

Muchos fueron los locutores especializados en tauromaquia, además de los antes comentados y de Matías Prats: Antonio García-Ramos, Rafael Campos de España, Manuel Lozano Sevilla, Luque del Pino "Curro Fetén" o Meléndez Inchausti "Pepe-Hillo".


Cronicas taurinas
Salvador Rapallo Taleguilla y Carlos de Larra Curro Meloja

Cronicas taurinas
Matías Prats entrevistando a luis Miguel Dominguín

Desde 1925 comenzaron a adaptarse en Radio Madrid las grandes obras del teatro universal, y en 1942 se inició la célebre serie Teatro del aire, que se mantuvo durante más de treinta años. Muchos colegios e institutos seguían la emisión como elemento vivo de trabajo para la asignatura de Literatura.

Y en Radio Nacional de España, con audiencia similar, el Teatro invisible.

El criminal nunca gana, en la SER, era una especie de teatro breve que intentaba moralizar a los oyentes con historias donde el malo siempre perdía y era encarcelado.


Teatro del aire
Teatro del aire en la SER

Con los años, los boletines informativos se hicieron más aperturistas, aunque controlados por RNE, y siempre será recordado Victoriano Fernández Asís, que con su España a las ocho, dio a conocer las voces de aquellos míticos corresponsales: Cirilo Rodríguez, Carlos Riera, Hermida… Eran ya los últimos años del franquismo.


Boletines informativos
Victoriano Fernández Asís y Jesús Hermida

El momento cumbre de la radio, ya en democracia, posiblemente sea en "la noche de los transistores", el 23 de febrero de 1981, con el Congreso de los Diputados ocupado en un intento de golpe de estado y casi todos los profesionales relatando los hechos en directo. Inolvidable José María García aupado encima de un coche. Se afirma que la conspiración fracasó por la actitud enérgica del Rey y por la firme postura democrática de la radio.


El 23F
Hasta el mítico José María García dejó ese dia los comentarios deportivos para informar sobre el 23F

Hacer Click para abrir

En la página web (http://fonotecaderadio.com) se puede encontrar la mejor colección quizá de archivos sonoros de la radio española. Para entrar directamente en ella hacer "click" en el icono del altavoz.