as canastas y sus diversas variantes (canastos, canastillas, cestillos...) eran cestas de mimbre o caña, redondas u ovaladas (algunas cuadradas: bandejas), de boca ancha, de distintos tamaños, a veces con tapas, que se utilizaban en las casas para multitud de menesteres: tareas agrícolas, bolsos, almacenar la cochura (rosquillos, mantecados y demás dulcería casera), recoger la ropa usada para lavar, o la limpia del tendedero hasta que se repasaba y planchaba, guardar el pan, las patatas, la fruta o los apaños de costura ...
Además de algunos artesanos locales (en La Mancha, especialistas en forrar garrafas de vidrio para el vino), por los pueblos iban vendiendo las canastas gentes de raza gitana —los "canasteros"—, nómadas, que con carromatos arrastrados por mulillas o borriquillos acampaban en las afueras de las poblaciones y recorrían las calles anunciando su mercancía, muchas veces a cambio de algo de comida.
La gitana canastera, de Beatriz Barrientos
En las vegas, junto a los ríos, crecían frondosos mimbres de los que cortaban las ramas, que utilizaban unas veces peladas, de color blanco, y otras con la corteza, más oscuras.
Después las dejaban secar y, posteriormente, agrupadas en haces, las almacenaban en lugares protegidos del sol directo. Antes de ser utilizadas tenían que someterse a remojo, para que adquirieran la flexibilidad que requería el trabajo.
Las cañas se localizaban en los fondos húmedos de los barrancos, donde estaban los cañaverales. Una vez cortadas, procedían a la división en astillas longitudinales.
Mimbrera
Cañaveral
La conformación de un cesto comenzaba con la elaboración del fondo, entretejiendo las varas madre, que salían hacia arriba para el levantamiento de las paredes, y sobre las que se hacía el entramado con la caña o el mimbre. Finalmente se colocan las asas y se remata del borde.
Se empieza por el fondo
Otro material muy utilizado para cestas era la paja de centeno entera y sin quebrantar, cosida con cordelillos de esparto y reforzadas en rebordes y asas con soguillas trenzadas. También se empleaba para hacer serijos y forrar botellas o garrafas.
Trabajos con caña y mimbre
Clasicos sillones de mimbre de nuestros abuelos