TRAMPANTOJO EN LA PLAZA DE LOS CARROS

Asombroso trampantojo de Alberto Pirrongelli en la falsa esquina de la plaza de los Carros. La fachada a la solanera es real; la del otro lado, con el remate en curva, también; el resto es pintado, incluido el cielo. Aquí hubo un edificio que se derrumbo tras un bombardeo durante la Guerra Civil. El efecto óptico es impresionante. ¿Quién puede distinguir los balcones verdaderos de los falsos? En ellos hay dos personas asomadas (los Pacos), dos vecinos que, encantados con el proyecto, pidieron ser retratados en la obra. Pero, de nuevo, los grafiteros entrometidos acabaron con un pedazo de ella
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