El trampantojo (trampa a los ojos) es una técnica pictórica que simula, que aparenta, que intenta suplir la realidad. Los trampantojos pretenden engañar, esta es su principal característica. Simulan objetos, perspectivas, paisajes, o materiales (madera, mármol…) con el objetivo de ocultar defectos, decorar, ampliar o simplemente alegrar una pared, una estancia, o una medianería. Puertas falsas, o que imitan madera, ventanas sin fondo, celosías dibujadas, personajes inmóviles,… escaleras que no llevan a ninguna parte… Los pintores utilizan la perspectiva para engañarnos y darnos sensación de realidad.
El barroco madrileño nos ofrece varias muestras perfectas de esta técnica pictórica, y en el Monasterio de las Descalzas Reales hay maravillosos ejemplos: La escalera principal (en la fotografía) es realmente espectacular, con murales del siglo XVII, obra de pintores de la Escuela Madrileña. Claustros y jardines con estatuas provocan la ilusión óptica de que la escalera se prolonga más allá de la realidad. Puro trampantojo. En la Sala Capitular, pinturas murales y catorce lienzos clavados en la pared simulando frescos enmarcados por arquitectura fingidas. La culminación del trampantojo es la Capilla del Milagro, con puerta de madera que simula una reja de bronce dorado y decoración con pinturas de arquitecturas fingidas y falsas esculturas