¿QUIÉN SIGUE PONIENDO FLORES EN LA TUMBA DE LA FORNARINA?

Consuelo Vello, más conocida como La Fornarina, llegó a ser una de las cupletistas más notables de su época, un auténtico fenómeno social. Había nacido en Madrid en 1884. Un día, paseando por la calle de Alcalá, acompañada de su hermana, se cruzó ante ellas una dama blanca que la miró fijamente a los ojos. Consuelo presintió que era la muerte. Cuando se subió al escenario del Teatro Apolo, donde representaba El último cuplé, se sintió súbitamente indispuesta, falleciendo días después, el 17 de julio de 1915, con solo 31 años de edad. Está enterrada en la Sacramental de San Isidro, y un ángel sobre su tumba esculpido por Mariano Benlliure (hoy descabezado y manco), pide silencio.
Desde entonces, nunca faltan flores frescas sobre su lápida. Se dijo que el gran actor Jesús Tordesillas, de siempre admirador de La Fornarina, llevaba un ramo de claveles que renovaba todas las semanas, pero murió en 1965 y alguien después ha seguido cuidando la tumba, limpiándola y renovando las flores. Todo un misterio cuando hace ya tantos años de la muerte de la cupletista
                        FIN DE "FANTASMAS, MUERTES..."