Eduardo Dato e Iradier, nacido en A Coruña en 1856, tras varias etapas de ministro en distintas carteras como miembro del Partido Conservador, asumió la Presidencia del Gobierno con Alfonso XIII en 1921. El ambiente entonces en Barcelona era cada vez más insoportable por los enfrentamientos entre patronal y centrales sindicales. Y su apoyo a la represión de la subversión social y a la llamada Ley de fugas ( una guerra sucia que permitió a la fuerzas de orden simular una fuga y disparar por la espalda) lo convirtieron en blanco del extremismo anarquista. El 8 de marzo de ese año, cuando iba en su coche (en la fotografía) junto a la puerta de Alcalá, fue asesinado por más de 20 disparos en un atentado llevado a cabo por los militantes anarquistas Pedro Mateu Cusidó, Luis Nicolau Fort y Ramón Casanellas Lluch desde una moto con sidecar en marcha