EL SECUESTRO Y CRIMEN DE ANABEL

El 12 de abril de 1993, Emilio Muñoz y Cándido Ortiz se trasladaron en una furgoneta en dirección a la urbanización de la Moraleja. Allí, al azar, secuestraron a una joven de 22 años, Anabel Segura, que estaba haciendo footing, y esa misma noche la asesinaron y abandonaron en una fábrica en ruinas de cerámica en Numancia de la Sagra (Toledo). Dos días después la familia de Anabel recibió la primera llamada exigiendo un rescate de 150 millones de pesetas. En dos ocasiones intentaron cobrar el rescate, pero no se presentaron quizá al intuir que estaban siendo vigilados. Y por fin, gracias al programa de TVE “¿Quién sabe dónde?”, a la colaboración ciudadana y a múltiples pesquisas de la policía, fueron detenidos el 28 de septiembre de 1995 y (en la fotografía) colaboraron para localizar el cadáver de la desdichada