Uno de los edificios más singulares de Chamberí posiblemente sea la Casa de las Flores, construida por Secundino Zuazo en 1932 entre las calles de Hilarión Eslava, Rodríguez San Pedro, Gaztambide y Meléndez Valdés con un gran patio central ajardinado y otros interiores de ventilación. Posee doscientas ochenta y ocho viviendas. Es sin lugar a dudas símbolo de la vanguardia arquitectónica de aquellos años. De sus balcones decorados con jardineras se deriva el nombre. Los arcos porticados originales de la planta baja fueron cerrados en su día para locales comerciales. Cuando el poeta chileno Pablo Neruda fue nombrado cónsul en Madrid en 1934, su amigo Rafael Alberti le encontró esta casa como un lugar donde vivir, convirtiéndose en escenario de tertulias de la generación del 27. En ese solar estuvo antes el primer campo de fútbol que hubo en Madrid, de la Real Sociedad Gimnástica Española