Los productos Danone que hoy conocemos difieren de los que los madrileños empezaron a conocer allá por los primeros años del siglo XX. Danone se presentaba como unos comprimidos de fermentos lácteos “muy activos y eficaces para desarreglos intestinales”, que se comercializaban en cajas de 60 pastillas y tubos de 20. Podían adquirirse en farmacias y Depósitos de específicos.
Fue en 1919 cuando Issac Carasso comenzó a producir de un modo sofisticado pero artesanal el primitivo yoghourt Danone en un taller instalado en su propio domicilio en Barcelona, que vertía en tarros de porcelana.
En 1930 se inauguró la sucursal en Madrid, en la calle Luchana número 27, con fabricación de yoghourt y kéfir, aunque ya antes se comercializaban en la capital estos productos traídos desde Barcelona.
Danone tomó su nombre del apelativo con que dentro del ambiente familiar se distinguía al hijo de Issac Carasso, Daniel (Danon), al que se le incluyó la "e" final para poder registrar la marca