El transporte urbano apareció en Madrid en abril de 1843 cuando una línea de ómnibus, explotada por la Compañía de Diligencias Generales de España, comenzó a prestar servicio entre la Puerta de Toledo y la hoy Glorieta de Bilbao. Eran carros de pasajeros cerrados y tirados por caballos o mulas (en la fotografía) y antecedentes de los actuales autobuses.
Y en 1871, la compañía Asher Morris estrenó la primera línea de tranvías, desde el barrio de Salamanca al de Pozas, en Argüelles, con itinerario por los antiguos bulevares. Eran coches sobre raíles arrastrados por dos mulas. En 1878, la Compañía de Tranvías del Norte inició su actividad en Sol-Quevedo-Cuatro Caminos. La estación principal y cochera estaba en la calle de Santa Engracia, esquina a Caracas, con capacidad para dieciocho coches y cuarenta y seis mulas