La romería y verbena de la Cara de Dios se celebraba en la jornada del Viernes Santo —Madrid es así— en la calle de la Princesa, en torno a la desaparecida iglesia de la Concepción, erigida por Leonor de Moura, marquesa de Castel-Rodrigo en 1657, reconstruida en el siglo XIX y más conocida como la de la Cara de Dios porque albergaba un lienzo de la Santa Faz. Estaba situada entre la calle de las Negras y las hoy escalerillas de acceso a la plaza de Cristino Martos. A pesar de la festividad, tenían cabida todo tipo de comidas, bebidas y divertimentos, y para evitar los escándalos que se producían el Ayuntamiento dictó bandos municipales prohibiendo determinados excesos con poco éxito. A partir de 1917 la celebración se trasladó a la jornada del Domingo de Resurreción, desapareciendo finalmente durante la década de los años veinte del pasado siglo. La iglesia lo hizo por los años cuarenta