EL QUEMADERO DE LA INQUISICIÓN EN LA GLORIETA DE RUIZ JIMÉNEZ
Entre las calles de Carranza, Alberto Aguilera y el cruce de San Bernardo, se encuentra la antigua glorieta de San Bernardo, hoy de Ruiz Jiménez. Por aquí pasaba la cerca que en 1625 mandara construir Felipe IV para rodear el Madrid de entonces, aquí se encontraba la puerta de Fuencarral y más allá el campo. Y a la izquierda de dicha puerta, extramuros, estaba el quemadero de la Inquisición, donde tantos desgraciados sufrieron horrible suplicio.
Cuando en el año 1869 se derribó la cerca y se hizo la urbanización y explanación de toda esta zona, se descubrió que en algunos cortes del terreno afloraba una viscosa capa de betún grasiento y negro. Era sin duda procedente de la consunción de cientos de cuerpos carbonizados por el fuego purificador del brasero inquisitorial. Por tal motivo, se dio a la calle que de la glorieta sale el nombre de Carranza, en honor a Fray Bartolomé de Carranza, famosa víctima del Santo Oficio, cuya inocencia fue reconocida al cabo de los años
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