MALASAÑA Y LA MOVIDA MADRILEÑA

La calle de Malasaña lleva el nombre en honor de Manuela Malasaña y Oñoro, una jovencita de diecisiete años que vivía en la cercana calle de San Andrés. En la jornada patriótica del levantamiento contra los franceses, el 2 de mayo de 1808, fue detenida cuando regresaba del trabajo camino de su casa, y, al ser registrada y ver que llevaba unas pequeñas tijeritas, propias de su oficio de bordadora, fue acusada de portar armas y fusilada esa misma noche.
Pues bien, Manolita Malasaña, se convirtió en musa y símbolo de la "Movida madrileña" de los años setenta y ochenta, de tal manera, que todo el barrio, el popular Maravillas, paso a bautizarse de Malasaña.
Todos los que estuvieron inmersos en la Movida están de acuerdo hoy en que si algo les unía, eran las ganas de divertirse y de gozar plenamente la libertad en aquel Madrid efervescente de entonces. Acudir desde los barrios periféricos a Malasaña, se puso y sigue de moda y es todo un rito juvenil
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