EL PRIMER HIPÓDROMO DE MADRID Y OTROS LUGARES DE DIVERSIÓN
En 1846 se construyó cerca de donde hoy se abre la plaza de Alonso Martínez, extramuros de la antigua cerca que rodeaba Madrid, un hipódromo con graderíos y palcos para carreras de carros y caballos, que disponía de un pabellón destinado a café y a salón de baile. Y sobre su solar se levantó en 1890 el Circo Colón, en madera, famoso en la vida madrileña de finales del XIX por sus pantomimas acuáticas, los números cirquenses de la escultural Geraldine Wade, las primeras prácticas hipnóticas de un tal Onofroff, la exhibición de cintas de actualidad por el Biógraph-Lumiere y las danzas de la Bella Chiquita, que escandalizaban a la sociedad biempensante de entonces.
Y también por los alrededores estaban los Jardines Orientales, lugar de entretenimiento para las noches veraniegas abierto en 1869, y el Casino de Santa Bárbara, un sitio de recreo y diversión al aire libre con baile, columpios y exhibición de titiriteros y saltimbanquis. Parece que las ganas de juerga y jarana de los madrileños de entonces eran muchas
                        FIN DE "BARQUILLO, HORTALEZA..."