LOS DONADOS
La plaza de Santa Catalina de los Donados (en la fotografía) vio durante siglos el deambular de los acogidos en el asilo del mismo nombre, fundado en 1460 por don Pero Fernández de Lorca, tesorero del rey Juan II y secretario de Enrique IV.
En el año 1585, Felipe II, al ordenar la reforma y concentración de los asilos piadosos, respetó esta institución, pero no sus viñas, que fueron arrancadas. Se cuenta que uno de los acogidos, al creer que ya no tomaría más vino, se quejaba amargamente: "Yo, que soy viejo, y que sólo me alimenta la bebida, voy a desfallecer si diariamente no me dan un cuenco de vino". Y el rector, por aquellos tiempos fray José de Sigüenza , le contestó: "Mejores vinos hay en las lomas de Madrid y en San Sebastián de los Reyes. De ese vino beberéis para que alarguéis mucho la vida, hermano". Oído esto, el viejo y desdentado truhán, respondió entre risas: "Mándeme de esos vinos vuestra reverencia". Y así ocurrió, desde ese día tuvo el anciano doble ración de vino. Lucas Jordán inmortalizó esta escena en un gran cuadro, con la figura del viejo donado en actitud llorosa y suplicante.
En parte de su solar se erigió en 1917 la iglesia-capilla del Niño del Remedio, de muy popular devoción en Madrid
                       
FIN DE "SANTO DOMINGO Y SAN MARTÍN"
                       
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