La calle de Leganitos (la fotografía es de 1960), entre las plazas de Santo Domingo y España, llegaba antiguamente hasta la actual plaza de Cristino Martos, pero para cruzar el prado de Leganitos (la hoy plaza de España), había que salvar mediante un puente el tremendo tajo que formaban las aguas de la fuente de Leganitos y las que torrencialmente bajaban en días de lluvia desde los Altos de Amaniel. El nombre viene de la palabra árabe alganet, que significa huertas, pues así era toda la zona en aquellos tiempos, terrenos que pasaron tras la reconquista a pertenecer al desaparecido monasterio de San Martín.
Leganitos fue durante los años del franquismo la calle de las putas por los numerosos night clubs o barras americanas con chicas de alterne que abrían allí sus puertas, al rebujo de la Gran Vía. Hoy, parece como si fuera el Chinatown madrileño, pues en sus apenas 330 metros acumula comercios para chinos sin cuento, desde una librería con venta de prensa en ese idioma y pasando por locutorios, autoescuela, tiendas varias, bazares de alimentación, peluquerías y centros de belleza, restaurantes y hasta clubs de alterne