La Revolución de 1868, con el destronamiento de Isabel I, dio lugar a un gobierno provisional presidido por Serrano, y en el que estaban también formando parte Prim y Topete, los otros generales sublevados. La Constitución de 1869 estableció como forma de gobierno la monarquía constitucional. Y el elegido en 1870 fue el duque de Aosta, Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia, católico y progresista. Pero mientras Amadeo I se dirigía a España para tomar posesión, su principal valedor el general Juan Prim, moría a causa de un atentado el 27 de diciembre de 1870. Además, su elección por un parlamento democrático supuso una afrenta para los monárquicos y contó con el sistemático rechazo de carlistas, de republicanos, de la Iglesia (por apoyar las desamortizaciones y por ser el hijo del monarca que había clausurado los Estados Pontificios), y del pueblo por su dificultad para aprender el idioma español. ¡Demasiado para el "body"!, que se diría hoy. Él mismo y su esposa sufrieron un atentado del que salieron ilesos en la calle del Arenal, en la noche del 18 de julio de 1872, cuando regresaban en una carretelade dar un paseo por el Retiro. Varios hombres dispararon cerca de la calle de Bordadores y mataron a un policía. Nunca se supo la autoría del atentado. Los partidos políticos se echaron mutuamente la culpa. Poco después, el 11 de febrero de 1873 dimitía de su cargo y era proclamada la Primera República Española