Aunque la Coca-Cola llegó a España en los años 20 del pasado siglo y fue degustada por un número reducido de privilegiados, fue en los años 50 cuando realmente se puso al alcance de los consumidores, veinte años después de establecerse el sistema de embotelladores fuera de los Estados Unidos, utilizando un concentrado de fórmula secreta que se mezcla con agua filtrada y edulcorantes. En 1951 se instaló la primera embotelladora en Barcelona, y en 1952 en Madrid. Estaba al final de la Ronda de Segovia, casi esquina con la glorieta de Pirámides. A través de sus amplios ventanales, se podía contemplar la máquina de embotellar, totalmente automática, algo revolucionario y novedoso para aquellos tiempos. A la voz de mando de la máquina, las botellas clásicas de la Coca- Cola entraban en formación militar al tren de envasado y allí eran lavadas, llenadas y finalmente coronadas con una chapa. ¡Todo un espectáculo!