La calle de Atocha ha sido uno de los ejes fundamentales de la ciudad. Su origen está en el camino que, recién conquistado Madrid a los árabes, llevaba a la entonces ermita de la Virgen de Atocha. Luego allí se hizo un convento de dominicos con el santuario de la Virgen, que quedó bastante maltrecho durante la ocupación francesa. Pero no es hasta 1891 cuando se inicia la construcción de un nuevo convento bajo la dirección de Fernando Arbós, que proyectó una basílica estilo neobizantino con un campanil y un Panteón de Hombres Ilustres adosado a ella. Pero por problemas económicos sólo se llevó a cabo el campanil y el panteón. El resto se completó en 1924 sin seguir el proyecto inicial. Durante la Guerra Civil la iglesia-basílica fue incendiada. La actual es de 1951