Cuando en 1868 los antiguos jardines del Palacio del Buen Retiro, demolido por ruinoso unos años antes, pasaron a ser propiedad municipal y de disfrute de todos los ciudadanos, una parte, la llamada Huerta del Rey, en la esquina entre el paseo del Prado y la calle de Alcalá, fue arrendada a una empresa privada y convertida en un lugar de recreo veraniego con el nombre de Jardines del Buen Retiro, que ha dado lugar a muchas confusiones. Disponía de quioscos de helados, un templete para bandas de música y un teatro al aire libre. Al lado, en pleno paseo del Prado, hubo otro teatro, el Felipe, amplio barracón de madera inaugurado en 1885 por un empresario muy popular, simpático y desvergonzado de entonces, Felipe Ducazal, y en el que se estreno en 1886 la zarzuela Gran Vía, de Chueca. En todo este terreno se alzan ahora el Cuartel General de la Armada, la prolongación de la calle de Montalbán y el antiguo palacio de Comunicaciones (Central de Correos y Telégrafos), hoy sede del Ayuntamiento, construido entre 1905 y 1918 por Antonio Palacios y Joaquín Otamendi.
Ducazcal, también empresario del Teatro Apolo, periodista y fundador de varios periódicos, fue muy amigo de Prim y creador de la célebre Partida de la Porra, grupo ultra en connivencia con la policía, que ejercía contundentemente batidas de represión (jarabe de palo, en plan castizo) contra partidarios del republicanismo