PALACIO DE MEDINACELI
La enorme manzana comprendida entre la Carrera de San Jerónimo, el paseo del Prado y las calles de Huertas, Jesús, Cervantes, San Agustín y la plaza de las Cortes, fueron desde principios del siglo XVII terrenos pertenecientes al duque de Lerma heredado posteriormente por los Medinaceli, con múltiples dependencias (casi un pueblo que se abastecía por sí mismo), huertas, jardines, talleres, una plaza de toros de efímera duración, un convento de trinitarios (luego de padres capuchinos, con la iglesia de Jesús de Medinaceli en la que se venera la imagen del Nazareno tan querida por los madrileños) y un palacio (en la fotografía) majestuoso muy dañado durante la ocupación francesa, que se rehizo y se mantuvo hasta 1910 para en su solar levantar el Hotel Palace. El resto del terreno se había ido desmembrando con los años e incluso por él se abrió alguna calle nueva o se prolongaron otras
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