PASAJE MATHEU

El convento de la Victoria, comprendía el espacio limitado por la carrera de San Jerónimo y las calles de la Victoria, Cruz, Cádiz Carretas y la Puerta del Sol. Derribado en 1838, en parte de su solar se abrió en 1847 el pasaje Mathéu (une las calles de Espoz y Mina y de la Victoria), que se proyectó inicialmente como pasaje comercial como los entonces de moda en Europa, con enormes tiendas de lujo, bazares y dos cafés: el Café de París y el Café de Francia. La galería o calle central estaba cubierta por una armadura de hierro y cristal, y sus entradas estaban formadas por cuerpos salientes rematados con esculturas de Francisco Pérez que personificaban el comercio y el lujo. Fue un fracaso para su propietario Manuel Matéu, que se arruinó. Hoy la cubierta y arcos de entrada han desaparecido y las tiendas han sido sustituidas por bares y restaurantes que extienden sus mesas al aire libre al menor indicio de buen tiempo. Aún existe la caseta para venta de localidades para los toros pero no los famosos billares en la esquina con la calle de la Victoria