EL OSO Y EL MADROÑO

La historia del oso (en realidad es una osa segun algunos historiadores) y el madroño en el escudo de Madrid tendría que ver con el intento de unificar en el siglo XIII los intereses entre el concejo y el clero acerca del derecho a ciertos espacios verdes, y fue resuelto acordando que los árboles fueran cedidos a la villa y los pastos al cabildo. En memoria de este pacto, la villa adoptó por escudo el emblemático madroño, sobre cuyo tronco se apoya un oso, mientras que el cabildo, el oso pastando. Pero la elección no estuvo justificada por la existencia de osos en aquel tiempo, dado que habrían desaparecido del Monte del Pardo antes del siglo XI o XII. Tampoco porque la zona fuera adecuada para la expansión del arbusto, ya que los madroños no son autóctonos de la región