CORCHERA CASTELLANA EN LA CAVA BAJA

El padre de Gregoria Mayor Domínguez comenzó de forma ambulante en 1881. Colocaba el corcho, que traía a Madrid a lomos de un borrico, en una especie de nichos que había en un local de la Cava Baja, y se ponía allí mismo con sus aperos a realizar tapones, normalmente a cuchillo o navaja, para las fábricas de lejías, boticas y bodegas. En 1903, Emiliano El Taponero, marido de Gregoria, se estableció en la calle Colegiata. En 1954 se trasladó la tienda a la Cava Baja