CAFÉ DE LA LUNA. En la calle de la Luna, esquina a la de Tudescos, por donde hoy se abre la plaza de María Soledad Torres Acosta. Estaba en los bajos del palacio de los condes de Sastago. Abierto por los años 30 del siglo XIX, aunque su fama empezó hacia 1968 cuando fue objeto de una profunda remodelación. Su dueño se llamaba Joaquín Hevia Ceñal y era un personaje muy popular en la zona que acabaría siendo víctima de un crimen famoso, el de “la calle de la Justa” (1890), del que fue acusada su criada y amante, Claudia Martínez Aguado, que luego resultó absuelta por falta de pruebas. Tras su cierre en 1909, se instalaron en el mismo local los Almacenes Eleuterio, que luego pasaron a la calle de Fuencarral. En la imagen, un café de la época

                       

                                                                                  
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